La escala de
Maslow es una vieja teoría permanentemente vigente.
Es como
una lupa que sirve para mirarnos por dentro. O como
un catalejo para observar todo el mundo.
Nos
sentimos motivados cuando sentimos que nos falta algo. Luchamos
por superar cada reto. La vida es una secuencia indefinida de
nuevas aspiraciones y de logros.
El ser
humano, en tanto que es un ser racional, establece un orden de
prelación entre sus necesidades. Le importa lo fundamental antes
que lo accesorio, no le preocupa lo social si carece de lo que
es vital.
NECESIDADES DE SUPERVIVENCIA
Las
necesidades fisiológicas son las más elementales. Por encima de
todo tratamos de no pasar hambre ni sed, de estar a cubierto de
las inclemencias del tiempo, de no padecer graves
enfermedades...
No solemos
reparar en estas necesidades cuando las tenemos cubiertas de
modo regular, pero si en un momento de la vida se nos quedan al
descubierto, nos parecerán las más importantes.
NECESIDADES DE SEGURIDAD
En un
segundo nivel, tratamos de asegurarnos de que podremos seguir
cubriendo las necesidades primarias, a ser posible por tiempo
indefinido. Nos preocupará por tanto disponer de un medio de
vida estable, que se concreta en la mayoría de los casos en
conseguir un puesto de trabajo. Y contar con una vivienda.
Nos
importará estar protegidos de los peligros exteriores. Querremos
poder hacer frente en un futuro a posibles enfermedades.
NECESIDADES DE INTEGRACIÓN
Las
necesidades se hacen cada vez más sutiles y refinadas. Pasamos
de las necesidades vitales a las necesidades sociales.
Ahora
ponemos nuestro corazón en ser aceptados como miembros de pleno
derecho por la comunidad en la que vivimos. Exigimos los
derechos que nos corresponden, pedimos que se nos trate con
equidad. Buscamos la perfecta integración social. Deseamos tener
familiares y amigos con los que compartir la vida.
NECESIDADES DE RECONOCIMIENTO
Un escalón
lleva al otro. Pretendemos, en este estadio de la vida, el
respeto de los demás, que se nos reconozcan nuestros méritos.
Queremos
destacar en una o varias facetas, tratamos de especializarnos,
de ser singulares. Buscamos en último término un cierto
reconocimiento dentro de la sociedad, una determinada posición
social.
Nos
afanamos por disfrutar de los signos externos (ropa, casa,
coche, etc.) que corresponden al status social que nos hemos
fijado.
NECESIDADES DE AUTO-REALIZACIÓN
Cuando las
necesidades anteriores han sido razonablemente satisfechas,
surge el deseo de desarrollar las propias facultades, de hacer
realidad todo lo que somos en potencia.
Buscamos
nuestra identidad, nuestra personalidad, y dentro de los límites
que marca nuestra singularidad, pretendemos el máximo
perfeccionamiento, queremos llegar a ser ese ideal concreto de
persona. Nos motiva conseguir la propia estima.
NECESIDADES DE PERVIVENCIA
En la
propia realización acaba la escala original de Maslow. Pero cabe
completar la escala con un grado más, la necesidad que sentimos
de dejar huella de nuestro paso por el mundo.
A esto
hace referencia el dicho popular que permite el descanso de
quien gozó ya de la más íntima satisfacción que proporciona
escribir un libro, plantar un árbol o tener un hijo.
Escalas
relativas
Podríamos
hablar de escalas de base ancha o de escalas de base más bien
estrecha.
En países
muy desarrollados, las casi ilimitadas posibilidades que ofrecen
en cada nivel ralentiza el movimiento ascendente de la escala.
Resultan sociedades mayoritariamente estancadas en los escalones
inferiores, atrapadas por el consumismo y el materialismo.
Por el
contrario, en comunidades menos desarrolladas, la escala se
estiliza, se cubren antes las escasas necesidades que descubre
cada nuevo escalón.
A
propósito de los hijos
Es natural
que los padres traten de cubrir las necesidades vitales y
primarias de sus hijos, al menos en sus primeros años. Los
pequeños viven en la seguridad de que sus padres van a poder
satisfacerlas.
Las
preocupaciones adolescentes arrancan directamente en el nivel
social. Los que merecen al apelativo de “hijos de papá”, delegan
en sus padres la responsabilidad de satisfacer cualquier
necesidad.
Pero una
educación austera y realista hará que se inicien suavemente en
conocer las dificultades de la vida. Para que la salida del
hogar paterno no sea traumática, al encontrarse de pronto
haciendo frente a las necesidades de los primeros escalones.
Los
inmigrantes
Cuando
quedan al descubierto las más elementales necesidades
fisiológicas se está dispuesto a hacer lo que sea por
remediarlo, se abandona el pueblo o el país y se arriesga
incluso la vida que el hambre puso en peligro.
Entre
nosotros, conocemos hoy a muchos inmigrantes que soportan
cualquier trabajo y perdonan cualquier abuso con tal de
satisfacer sus necesidades primordiales.
Más
adelante, siguiendo la escala de Maslow, buscarán la seguridad
de unos papeles, elegirán mejor las condiciones de trabajo y
vivienda, reunirán a su familia, lucharán por su integración y
pelearán por obtener un trabajo reglamentado, bien remunerado,
en su original profesión.
A
escala individual y a escala global
Podemos
referirnos a nuestra escala individual y a la escala global de
la sociedad en la que vivimos.
Las
encuestas sociológicas descubren las preocupaciones de la gente,
las necesidades que siente la mayoría. Si destacan el paro, el
terrorismo o la inseguridad ciudadana, es porque son las
carencias más importantes en la escala de necesidades de ese
país o de esa ciudad.
Una
nación, o un barrio, que de modo regular y en su conjunto se
interesa y se motiva por factores de los más elevados escalones,
puede sufrir en un momento dado la falta de las condiciones de
vida más elementales. Y volver a preocuparse por cubrir esas
necesidades fundamentales, dejando a un lado su anterior interés
por cuestiones más sofisticadas.
En aras de
ese objetivo, aparcan incluso las diferencias. Todos se unen en
un gran pacto por razones de Estado o en una cacerolada para
protestar por eso que atañe a todos los del barrio.