Declaración pública sobre la presencia en Chile
del Cardenal y ex Nuncio, Angelo Sodano
La Paz es Obra de la Justicia
Ante
la visita del Cardenal Angelo Sodano que cumplió
la función de Nuncio Apostólico en Chile durante 10 años
(1978-1988) y que tuvo una amistad íntima con el
dictador Augusto Pinochet, además de guardar silencio
ante la detención y asesinato de los sacerdotes Joan
Alsina, Miguel Woodward, Antonio Llidó, Gerardo Poblete
sdb y André Jarlan, expresamos nuestra opinión
para que cada persona, desde su conciencia, tenga en
cuenta todos los hechos que han rodeado a este polémico
Cardenal.
Lo
hacemos por amor al Evangelio y si calláramos nos
haríamos cómplices de episodios graves y dolorosos de
nuestra historia reciente. También, por respeto al
testimonio y martirio de tantos hermanos nuestros
que sufrieron la indiferencia y la persecución.
1.
El Nuncio Angelo Sodano llegó a Chile como arzobispo
titular de Nova di Cesare en marzo de 1978 y una
vez presentada sus credenciales al general Pinochet, se
inició una profunda amistad que se hizo notar desde ese
mismo momento. Es posible que el propio dictador le
pidiera interceder para que los obispos de Chile
disminuyeran sus críticas por los sistemáticos
atropellos a los derechos humanos. Esta acción
perturbadora del nuevo Nuncio se hizo notar al interior
de la Conferencia Episcopal.
2.
Cuando los obispos entregaron el documento “El
Renacer de Chile” el 17/12/1982 y señalaban
proféticamente lo que afectaba al país en plena
represión de la dictadura, la crisis económica, social,
institucional y moral, desde la Nunciatura hubo quejas
por el modo de exponer el capítulo “crisis moral” que
denunciaba: los atropellos a la dignidad humana, la pena
del exilio, apremios injustos contra detenidos, el
liberalismo económico desenfrenado, especulación en vez
de trabajo honrado, el derroche junto a la miseria y la
pérdida de valores.
3.
Como consecuencia de la práctica sistemática de la
tortura y ante la inmolación de un obrero como protesta
por la detención de sus hijos en Concepción, surge el
Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo.
Fueron innumerables las protestas y llamados de
atención, desde la Nunciatura, hacia las religiosas y
sacerdotes que participaban en estas acciones no
violentas por la vida y contra la cultura de la muerte.
4.
Durante su largo período como Nuncio, Sodano cumplió la
función de cambiar el rostro a la Conferencia Episcopal.
Junto a Jorge Medina logró que se nombraran a obispos
poco comprometidos con la causa de los derechos humanos.
Más bien se escogieron en esos años, mayoritariamente a
sacerdotes conservadores que no estaban en la primera
línea de lucha contra la dictadura y por la pronta
vuelta a la democracia.
5.
Preocupación existía entre los obispos y vicarios por
los periódicos informes que desde la Nunciatura se
enviaban al Vaticano, dando cuenta del perfil,
actividades y escritos del llamado “sector
progresista” de la Iglesia. Al respecto, es conocida
la intromisión que hacía Sodano cada vez que se reunía
en Asamblea Plenaria la Conferencia Episcopal.
6.
Angelo Sodano, durante toda su gestión en Chile,
priorizó a nivel eclesial los contactos y actividades
junto a destacados militantes del Opus Dei y
Legionarios de Cristo entre otros movimientos
emergentes en la Iglesia. De esta forma evidenciaba no
solo sus simpatías, sino su clara línea ideológica que
después como Secretario de Estado ejerció con energía en
contra de religiosos, obispos, pensadores y teólogos de
la liberación. Esa ha sido su constante, antes con poder
en la Curia y ahora como emérito.
7.
Fue el promotor del mayor desaire que se le puede hacer
a un Cardenal Arzobispo titular pronto a renunciar por
su edad; no considerar su opinión para la sucesión. Es
lo que hizo Sodano al imponer al sucesor del Cardenal
Raúl Silva Henríquez. El propio Arzobispo Fresno dijo en
varias oportunidades que “no pidió ni quería ser el
nuevo Arzobispo de Santiago”. Y, hoy todos sabemos de la
maniobra por medio de una carta a Roma de que fue
víctima el respetado Arzobispo José Manuel Santos.
8.
Durante la visita del Papa Juan Pablo II a nuestro país,
la Nunciatura en todo momento trató de suavizar
distintos aspectos del programa oficial para que
Pinochet no se sintiera agraviado. Más aún, se señala a
Sodano como el facilitador para que apareciera el Papa
junto al dictador en el balcón de La Moneda. Esa acción
estratégica se consumó meses antes del plebiscito. Lo
que no hubo fue una Oración por los asesinados del
Estadio Nacional, tampoco una condena a la doctrina de
la “seguridad nacional” y menos una
palabra sobre la persecución que sufrió la Iglesia
durante los 17 años de dictadura militar.
9.
Ya como Secretario de Estado, Sodano jugó un rol
importantísimo en lograr que prevalecieran las
“razones humanitarias” para que Pinochet volviera de
Londres. De esta forma se consolidó la impunidad y la
burla ante la comunidad internacional. El propio
Arzobispo de Londres, Cardenal Hume se sintió
decepcionado de las gestiones que venían desde Roma al
ver a Pinochet subiendo al avión en silla de ruedas y
bajando en Santiago risueño y con el bastón en ristre.
Esa fue una acción de impunidad inaceptable.
10.
Otra prueba de la íntima amistad entre Sodano y Pinochet,
fue la carta oficial que desde el vaticano envió el
Secretario de Estado, en nombre del Papa, con motivo de
las bodas de oro del matrimonio Pinochet-Hiriart. El
tono de la misiva fue extremadamente cariñosa,
calificando a la pareja como “ejemplar”. ¿Después
de los procesos judiciales y el affaire Riggs, pensará
lo mismo su Eminencia?
"¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos
hipócritas! Ustedes construyen sepulcros para los
profetas
y
adornan los monumentos de los hombres santos"
Mt.
23, 29.
Santiago, 27 de Septiembre de 2007
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