BAUTISMO   

                             
                            

                          cristianos siglo veintiuno
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LAS PROMESAS DEL BAUTISMO

 

Así pues, ¿renunciáis a Satanás, esto es:

al pecado como negación de Dios;

al mal como signo del pecado en el mundo;

al error, como ofuscación de la verdad;

a la violencia, como contraria a la caridad,

al egoísmo como falta de testimonio del amor?

 

Sí, renunciamos.

 

¿Renunciáis a sus obras, que son:

vuestras envidias y odios;

vuestras perezas e indiferencias;

vuestras cobardías y complejos;

vuestras tristezas y desconfianzas;

vuestras injusticias y favoritismos;

vuestras faltas de fe, de esperanza y de caridad?

 

Sí, renunciamos.

 

¿Renunciáis a todas vuestras seducciones, como pueden ser:

creeros los mejores, únicos y poseedores de la verdad,

creeros que ya estáis convertidos del todo,

y perderos en las cosas

(medios, instituciones, reglamentos)

en lugar de ir a Dios?

 

Sí, renunciamos.

COMUNIDAD DE LA RESURRECCIÓN

 

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¿Estáis dispuestos a renunciar a los criterios y comportamientos materialistas?

 

Sí, renunciamos.

Renunciamos a considerar el dinero como un valor absoluto y el placer como la aspiración suprema de la vida.

Y nos comprometemos a vivir responsablemente, apreciando la amistad, la familia, el amor y todos los verdaderos valores de la humanidad.

 

¿Estáis dispuestos a renunciar al individualismo, al egoísmo y a la falta de amor?

 

Sí, renunciamos.

Renunciamos a anteponer nuestros intereses personales por encima del bien común.

Y nos comprometemos a poner todos los medios a nuestro alcance para satisfacer las necesidades de los demás.

 

¿Estáis dispuestos a renunciar a la soberbia y a cualquier tipo de abuso y discriminación de los demás?

 

Sí, renunciamos.

Renunciamos a creernos superiores y a querer aparentar más de lo que somos.

Y nos comprometemos a ser sencillos y sinceros, a reconocer los valores de los demás, a comprenderlos y respetarlos.

 

¿Estáis dispuestos a renunciar a la pasividad y cobardía ante las injusticias que sufren los demás?

 

Sí, renunciamos.

Renunciamos a las conveniencias personales o a  cualquier compromiso partidista, que nos impidan denunciar y actuar frente a las situaciones que consideremos injustas.

Y nos comprometemos a ser justos en nuestro ámbito propio de responsabilidad y a luchar contra toda injusticia lejana o cercana.