ORACIONES para la EUCARISTÍA    

                             
 

 

                               cristianos siglo veintiuno
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CELEBRACIÓN COMUNITARIA COMPLETA

 

TOLERANCIA

 

La tolerancia es el primer paso,

la unidad no está reñida con el pluralismo.

 

segunda parte

 

LITURGIA EUCARÍSTICA

 

Acción de gracias

 

 Realmente es nuestra obligación y nuestro mejor deseo

bendecir tu nombre y glorificarte, Padre Dios,

porque tú eres el único Dios,

el creador del universo,

el Dios de todas las criaturas,

al que veneran todas las religiones del universo.

Gracias, Padre, porque nos quieres infinitamente

y de igual manera a todos,

porque no haces distinción entre ricos y pobres,

ni entre los que detentan poder

y los que forman el pueblo llano.

Querríamos que toda la humanidad

te reconociera como a su único y buen Dios

y te bendijera con cariño por ello.

En nombre ahora de todos los seres humanos,

entonamos en tu honor este himno de gloria

 

Himno de gloria

Bendito seas mi Dios, mi aire,

que estás ahí, tan cierto como el aire que respiro.

Bendito seas, mi Dios, mi viento,

que me animas, me empujas, me diriges.

Bendito seas, mi Dios, mi agua,

esencia de mi cuerpo y de mi espíritu,

que haces mi vida más limpia, más fresca, más fecunda.

Bendito seas, mi Dios, mi médico,

siempre cerca de mí,

más cerca cuanto me siento más enfermo.

Bendito seas, mi Dios, mi pastor,

que me buscas buenos y frescos pastos,

que me guías por las cañadas oscuras,

que vienes a por mí cuando estoy perdido en la oscuridad.

Bendito seas, mi Dios, mi madre,

que me quieres como soy

que por mí eres capaz de dar la vida,

mi refugio, mi seguridad, mi confianza.

Bendito seas, Dios, bendito seas.

 

OFRENDAS

 

Padre nuestro, Madre nuestra y de todas las criaturas:

nos sentimos invitados a compartir con todos

nuestra vida,  generosamente,

siguiendo el ejemplo de Jesús,

y te ofrecemos pan y vino,

frutos de la Tierra y de nuestro trabajo,

y con ellos nuestros esfuerzos y mejores deseos,

para agradecerte cuanto nos das

y prometerte fidelidad y entrega completa

a tu proyecto, a tu sueño, a tu reino.

Por tu hijo Jesús, nuestro Señor y hermano. Amén.

 

Todos

extendiendo las manos sobre el pan el vino del altar

 

Te pedimos, Padre santo,

que la fuerza de tu Espíritu

consagre este pan y este vino,

para que no solo sean alimentos del cuerpo,

sino que alimenten y hagan crecer

nuestra vida interior, la verdadera vida,

esa misma vida y ese espíritu

que Jesús siempre manifestó.

 

MEMORIAL DE LA CENA DEL SEÑOR

 

Te bendecimos una vez más, Padre y Madre de todos,

porque nos has regalado la palabra profética de Jesús

y su experiencia vital, fiel reflejo de tu Espíritu.

Creemos en Jesús,

aceptamos de corazón sus enseñanzas.

Pero por él sabemos que nuestro único signo de identidad

es hacer que nadie sufra penalidades

y todos sean plena y felizmente humanos.

Ahora vemos que no basta con llamarse cristiano,

para pertenecer al grupo de los discípulos de Jesús

porque la única acreditación válida

que sirve tanto a creyentes como a agnósticos o ateos,

es la dedicación a hacer justa y digna la vida de todos.

Jesús, el liberador por excelencia,

nos pidió que hiciéramos como él,

que nos diéramos a los demás sin reservas.

 

Al despedirse de sus discípulos y amigos

la víspera de su muerte,

nos pidió que nos reuniéramos en torno a una mesa,

y nos invitó a compartir

un trozo de pan y una copa de vino,

en memoria de su vida solidaria

y en la esperanza de una nueva humanidad.

Tomando un pan

y mientras lo partía y repartía, les fue diciendo:

Comed todos de él, porque esto soy yo.

 

Siguiendo su ejemplo

tomamos este pan, lo partimos

y nos lo ofrecemos unos a otros,

como signo de nuestro compromiso social

y voluntad de servicio.

Este pan partido y compartido es Jesús

y nos sentimos reflejados en él

todos sus discípulos y discípulas.

 

Luego tomó una copa de vino

y mientras se la pasaba les decía:

Tomad y bebed todos de ella,

porque esta es mi vida, es mi sangre,

que será derramada por todos.

 

Movidos por el mismo Espíritu de Jesús,

brindamos y compartimos esta copa de vino.

Este vino es la vida de Jesús,

alegre, compasiva y fraterna.

Es la vida de Jesús

que corre en nuestras venas,

como primicia y sacramento

de un mundo nuevo.

 

Creemos que Jesús está con nosotros,

que lo hacemos presente

reuniéndonos en su nombre

y siguiendo su ejemplo,

hasta que, un día, todas las criaturas

seamos un gran Cristo con él y en él.

Amén.

 

 

COMUNIÓN

 

Venid y comamos, hermanas y hermanos.

Venid y bebamos con humildad y gratitud,

con toda confianza.

 

Este es el pan del camino,

éste es el vino de la vida.

Es Jesús

que nos invita, nos fortalece y nos cura.

 

Comunión

 

Invocación al Espíritu de Dios

 

Recordamos la vida de tu hijo Jesús, que queremos imitar,

lamentamos su cruel muerte, paradigma de injusticia,

y nos alegramos de que viva ya en Ti, plenamente feliz.

Padre Dios, infúndenos tu Espíritu, queremos colaborar

con todas las personas de buena voluntad

en hacer un mundo de iguales, justo, solidario.

Verdaderamente es una tarea ingente, que nos supera.

Porque seguimos empeñados en hacer pobres

y marginarlos luego, crear barreras y separar hermanos.

Hacemos guetos de marginados,

cuando no es que los expulsamos del país.

Tenemos que apoyar la paz y el entendimiento

donde haya conflicto y guerra

y lograr que en este mundo reine el amor y la equidad.

Danos un corazón tan grande como el de Jesús,

que nos abramos generosamente a toda la humanidad

y nos sintamos de verdad fraternidad,

hermanos de todos nuestros hermanos.

Vamos a rezarte ahora la oración que nos enseñó Jesús

y te invocaremos como Padre,

Padre nuestro y de todos, sin excluir a nadie.

Queremos rendirte, Señor,

un permanente homenaje de gratitud.

AMÉN.

 

Canto de acción de gracias

HOY, SEÑOR, TE DAMOS GRACIAS

 

HOY, SEÑOR, TE DAMOS GRACIAS

POR LA VIDA, LA TIERRA Y EL SOL.

HOY, SEÑOR, QUEREMOS CANTAR

LAS GRANDEZAS DE TU AMOR.

 

1. Gracias, Padre, mi vida es tu vida,

tus manos amasan mi barro,

mi alma es tu aliento divino,

tu sonrisa en mis ojos está.

 

2. Gracias, Padre, tú guías mis pasos,

tú eres la luz y el camino,

conduces a ti mi destino,

como llevas los ríos al mar.

 

3. Gracias, Padre, me hiciste a tu imagen

y quieres que siga tu ejemplo,

brindando mi amor al hermano,

construyendo un mundo de paz.

 

 

DESPEDIDA

 

Padrenuestro

 

Padre Dios, Dios Padre,

Padre de todos nosotros, bendito seas.

Deseamos que la humanidad entera

te reconozca como Dios y te quiera como Padre.

Ven a reinar en nosotros.

Queremos construir un mundo nuevo, justo y solidario,

donde no haya pobres ni marginados,

en el que nos ayudemos unos a otros,

sin esperar nada a cambio.

Preferimos hacer tu voluntad antes que la nuestra.

Te prometemos compartir nuestro propio pan

y luchar por un mejor reparto de tus bienes

en el mundo entero.

No tengas en cuenta nuestros egoísmos.

Queremos perdonar de corazón

a quienes puedan tratar de ofendernos.

Danos tu fuerza, tu aliento, tu espíritu,

para que te seamos siempre fieles,

para que nunca nos apartemos del camino del bien

y luchemos cada día

para que se haga realidad la utopía de tu reino.

AMÉN.

 

Mensaje de paz

 

Hermanas, hermanos:

esta celebración ha terminado.

Demos gracias a Dios.

 

Deseémonos la paz cada día y obremos la paz.

Que reine la paz en el mundo

y en todos nosotros. Amén.