TENGO UN SUEÑO
Tengo
un sueño, un solo sueño: seguir soñando...
Soñar
con la libertad,
soñar
con la justicia,
soñar
con la igualdad…
y
ojalá no tuviera ya necesidad de soñarlas.
Soñar a
mis hijos
grandes,
sanos, felices;
volando con sus alas …
sin
olvidar nunca el nido.
Soñar
con el amor,
con amar
y ser amado,
dando todo sin medirlo,
recibiendo todo sin pedirlo.
Soñar
con la paz en el mundo,
en mi país, en mí mismo…
y quién sabe cuál es más difícil de alcanzar.
Soñar
que mis cabellos que ralean y se blanquean
no
impiden que mi mente y mi corazón
sigan
jóvenes y se animen a la aventura,
sigan
niños
y
conserven la capacidad de jugar.
Soñar que tendré
la fuerza,
la voluntad y el coraje
para ayudar a concretar mis sueños,
en lugar de pedir
milagros que no merecería.
Soñar que, cuando
llegue al final,
podré decir que viví
soñando
y que mi vida fue un
sueño soñado
en una larga y plácida noche de la eternidad.
Martin Luther King
“I HAVE A DREAM”.
Es el nombre popular del discurso más famoso de Martin
Luther King Jr., cuando habló elocuentemente de su deseo
de un futuro, en el cual la gente de raza negra y de
raza blanca pudieran coexistir armoniosamente y como
iguales.
Este discurso,
pronunciado el 28 de agosto de 1963 desde las
escalinatas del Monumento a Lincoln durante la Marcha en
Washington por el trabajo y la libertad, fue un momento
definitorio en el Movimiento por los Derechos Civiles en
Estados Unidos. Se le considera como uno de los mejores
discursos de la historia.