Los más pequeños nos sorprenden constantemente con su talento inocente, con su frescura, su cándido amor. Señor, ayúdanos a mirar y vivir la vida como niños.
Los más pequeños nos sorprenden constantemente con su talento inocente, con su frescura, su cándido amor. Señor, ayúdanos a mirar y vivir la vida como niños.