Como padres, la vida de nuestros hijos, nos inquieta a la vez que nos conmueve y apasiona. Gracias Dios mío por ser tu "hijo amado y predilecto".
Como padres, la vida de nuestros hijos, nos inquieta a la vez que nos conmueve y apasiona. Gracias Dios mío por ser tu "hijo amado y predilecto".