Visten de frac, completado con un fajín negro, sobre el pecho llevan colgado una cadena de oro con la cruz de San Pedro y pueden abrir una cuenta en el Banco Vaticano... Son los llamados «gentilhombres del Papa». Los miembros de ese escogido grupito tienen como principal obligación el recibir a los presidentes de Gobierno y jefes de Estado a su llegada al Vaticano y acompañarlos hasta el Papa.

Francisco ha decidido abolir ese título honorífico. El Papa considera que se trata de una distinción "arcaica e inútil". Pero, sobre todo, el Pontífice considera que el comportamiento de varios de quienes han sido distinguidos con este título está dañando a la Iglesia.

A Angelo Balducci, ex presidente de la Comisión italiana de Obras Públicas, le han incautado las autoridades italianas, a principios de este mes, bienes por valor de 13 millones de euros. Además se ha sabido que Balducci pagaba a seminaristas a cambio de mantener relaciones sexuales con ellos. Tras ser detenido, el Vaticano decidió retirarle el título de «gentilhombre del Papa». Son varios los gentilhombres bajo sospecha. El último es Francesco La Motta, hasta marzo pasado el número dos de la Agencia de Información y Seguridad Interior y detenido el viernes de la semana pasada por haberse embolsado 10 millones de euros de un fondo del Ministerio del Interior.

Irene Hdez. Velasco

El Mundo

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