Ain Karem. Lugar fértil, con jardines y viñas; aldea escondida del ruido y de las intrigas. Y es también, desde aquel día de primavera, lugar de gozo y fiesta, por aquella visita de María.
4º Domingo de Adviento. La visita de María a Isabel nos recuerda que uno de los rasgos más característicos de nuestra fe es acudir en ayuda de quien está necesitando nuestra presencia.
Anáfora: María. Acompañamos a María en su canto del Magníficat para darte gracias por tu amor incondicional, porque siempre estás con nosotros. Con todos los seres humanos que han dado testimonio de tu bondad, con María y con Jesús, brindamos esperanzados por ese mundo soñado por Ti.
Monjas Benedictinas de Montserrat. Domingo 4º de Adviento.