La Red
Europea de la Iglesia por la Libertad aprobó en
la última asamblea en Wiesbaden
(del 28 abril
al 1 mayo 2006)
participar
con un taller propio en el II Foro Mundial de
Teología y Liberación
que, con el
tema Espiritualidad para otro mundo posible,
tendrá lugar en Nairobi (Kenia) los días
16-19 de enero del 2007, inmediatamente antes y
ligado al VI Foro Social Mundial que se
desarrollará seguidamente en el mismo lugar del
20 al 25.
Este borrador o
texto-base representa la culminación de un trabajo
previo, iniciado con un encuentro en Lyon (7-9 de
junio de 2006) que cristalizó en una propuesta
de tema y metodología, ante la que se fueron
posicionando un nutrido grupo de personas
pertenecientes al equipo directivo de la RE. El
documento ha sido coordinado, redactado y revisado
por Evaristo Villar, José María Vigil y Julio Lois,
respectivamente. La traducción al inglés es obra de
Hugo Castelli.
Este
documento
se ofrece ahora a todos los grupos de la Red Europea
para que sean reflexionados en grupos y comunidades,
esperando sus aportaciones.
El
Equipo de Coordinación recibirá estas propuestas y
con ellas tratará de corregir, completar, añadir,
reformular, enriquecer, el documento base. Este
trabajo volverá a los grupos que han participado en
esta fase por si tuvieran algo que matizar aún,
quedando elaborado ya el documento que luego se
presentará en Nairobi.
Se trata de que,
con todo el esfuerzo realizado, el documento sea lo
más próximo a la sensibilidad, mentalidad y
experiencia actual de los
europeos sobre estos temas.
En las últimas décadas, Europa ha vivido una agitada e
intensa experiencia espiritual, y está todavía
inmersa en ella, discerniendo trabajosamente cuál
puede ser el camino a seguir.
Los europeos deben aportar su propia experiencia
para la construcción de «otro mundo posible» y de
«otra manera de ser hoy creyente».
Lo que queremos elaborar es una aportación concreta
europea, experiencial y casi biográfica, ofrecida
humildemente a creyentes y no creyentes de todo el
mundo.
Integran el
documento cuatro unidades de debate que
afrontan, uno por uno, aspectos temáticos que en
la realidad están unidos; la
separación-distinción es sólo metodológica.
Las dos
primeras unidades acometen una tarea de «deconstrucción»
de elementos hoy inservibles; es importante,
pero no tanto. Las dos últimas tratan de hacer
espacio a la recuperación del fundamento de una
nueva forma de creer o de ser «espiritual», que
es la parte directamente constructiva.