DIEZ MINUTOS EN SILENCIO
Diez minutos en silencio
19
Isaías 1, 10-17
Harto estoy de holocaustos de carneros,
de grasa de cebones;
la sangre de novillos y machos cabríos no me agrada.
Cuando venís a presentaros ante mí.
y pisáis mis atrios ¿quién exige algo de vuestras manos?
No sigáis trayendo oblación vana:
el humo del incienso me resulta detestable.
Novenas, sábados, asambleas…
No aguanto reuniones y teatros
Detesto vuestras solemnidades y fiestas:
Se me ha vuelto una carga que no soporto más
Cuando extendéis las manos, cierro los ojos.
Aunque repitáis las plegarias,
yo no oigo.
Vuestras manos están llenas de sangre
lavaos, limpiaos,
quitad vuestras fechorías de delante de mi vista,
desistid de hacer el mal,
aprended a hacer el bien,
buscad lo justo,
dad sus derechos al oprimido,
haced justicia al huérfano,
abogad por la viuda.
Jesús lo hizo más fácil: partió y repartió.
Sentados en una mesa. Se sintieron amigos, hermanos.
Se dirigieron al Padre de todos.
Id por el mundo. Haced esto en memoria mía.