DIEZ MINUTOS EN SILENCIO   

                             
             

 

                             cristianos siglo veintiuno
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Diez minutos en silencio

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Salmo 9b 

  

¿Por qué te quedas lejos, Señor?

¿Por qué te escondes en los momentos difíciles?

La soberbia del impío aplasta al infeliz.

Trama intrigas para enredarlo.

 

Quien oprime y enreda al infeliz es un impío.

Ya sean los que administran el Estado,

ya sean los que manejan las riquezas,

ya sean los que se sientan en el Templo.

 

¿Por qué Dios no interviene?

La pregunta de todos los siglos.

Dios es lento y raro en su respuesta.

 

Por eso es difícil creer en Dios.

Por su  lejanía.  Por su silencio.

 

El de Nazaret supo mucho de esto.

 

Rómpele el brazo al malvado,

pídele cuentas de su maldad, y que desaparezca.

 

Esa es una salida.

Otra es:

En tus manos deposito mi vida.