DIEZ MINUTOS EN SILENCIO
Diez minutos en silencio
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Salmo 16
Aunque sondees mi corazón,
visitándolo de noche,
aunque me pruebes al fuego,
no encontrarás malicia en mí.
Mis pies estuvieron firmes en tus caminos,
y no vacilaron mis pasos.
Sí. Yo conozco gentes así.
Existe la bondad. Existe la gente buena.
Pienso que son muchos. Entre cristianos
y entre los demás.
La tierra está llena, también, de bondad.
Y es motivo de inmensa alegría.
Yo, como a escondidas,
me uno a su canto:
Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a las sombra de tus alas escóndeme.
Levántate, Señor, y defiéndeme
de tanto fracaso que me rodea,
líbrame con tu mano de quienes piensan
que toda su suerte está sólo en esta vida.
Con mi oración vengo a tu presencia.
Y al despertar, me saciaré de tu cercanía.