DIEZ MINUTOS EN SILENCIO   

                             
             

 

                             cristianos siglo veintiuno
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Diez minutos en silencio

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Salmo 58

 

Líbrame de tanto peligro, Dios mío.

Rodeado estoy de maldad y sangre.

 

Me acosan los poderosos.

Mira cómo sueltan la lengua.

Sus labios son puñales.

“¿Quién oye al indefenso?”

 

Tú, Señor eres su único alcázar.

¡Que se sepa que Dios gobierna en Jacob

y hasta el confín de la tierra!.

 

Es antiguo el salmo.

Como todo el Antiguo testamento.

Pero el pobre es más antiguo.

Pero el poderoso es más antiguo

El miedo es más antiguo.

La maldad es más antigua.

La sangre es más antigua.

La necesidad de Dios es tan antigua como el hombre.