EVANGELIOS Y COMENTARIOS   

                             
                              

 

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Lucas 6, 17

 

 

17 Bajó con ellos y se detuvo en un llano, con gran número de discípulos suyos.

 

Lc 6, 20-26

 

20 Jesús, dirigiendo la mirada a sus discípulos, dijo:

 

- Dichosos vosotros los pobres, porque sobre vosotros reina Dios. 21 Dichosos los que ahora pasáis hambre, porque os van a saciar. Dichosos los que ahora lloráis, porque vais a reír. 22 Dichosos vosotros cuando os odien los hombres y os excluyan y os insulten y proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre.

 

23 Alegraos ese día y saltad de gozo, que grande es la recompensa que Dios os da; pues lo mismo hacían sus padres con los profetas.

 

24 Pero, ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo! 25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis repletos, porque vais a pasar hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque vais a lamentaros y a llorar! 26 ¡Ay si los hombres hablan bien de vosotros, pues lo mismo hacían sus padres con los falsos profetas!

 

 

Comentarios de Patxi Loidi

 

Jesús se dispone a elegir a los Doce Apóstoles. Como ocurre frecuentemente en Lucas, sobre todo ante las grandes decisiones, para hacer esa elección, Jesús se sumerge en oración, y esta vez ora toda la noche.

 

El número doce es teológico y simbólico, no histórico: doce eran las tribus de Israel, el Pueblo de Dios; y con ese número, los primeros cristianos quisieron expresar que Jesús crea el Nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia.

 

Junto con los Doce, aparece una gran multitud de seguidores, judíos y paganos. Con ello queda subrayado el universalismo de la Iglesia.

 

Las enseñanzas que siguen a continuación están dadas para estos seguidores y todos los que vengan detrás de ellos, como se ve en el uso de la segunda persona: Dichosos vosotros, los pobres. En ese conjunto estamos nosotros.  

 

Aunque el evangelio de Lucas se escribió después del de Mateo, sin embargo, la fuente de las bienaventuranzas de Lucas es más antigua que la de Mateo. ¿Quiso corregir Mateo a la fuente de Lucas? No sabemos. Pero al menos quiso decir que no basta ser pobre material para ser bienaventurado, si no se es al mismo tiempo pobre de espíritu.

 

Algunas personas sacan de Mateo la consecuencia de que si uno es pobre en el espíritu, es decir, desprendido, ya puede tener todas las riquezas que quiera. Esta interpretación es contraria al evangelio. El sentido más verdadero de Mateo es: Dichosos los que son pobres de hecho y de espíritu.

 

Cuidado con canonizar la pobreza. Dios no quiere pobres. Dios quiere que luchemos contra la pobreza. Dios quiere un mejor reparto de bienes.

 

La pobreza que Jesús canoniza es la pobreza solidaria. O sea, ser más pobres de lo que somos, para que haya para todos. Ello nos exige desprendimiento y lucha social no-violenta.

 

Podríamos evitar muchos gastos y tendríamos más para dar a organizaciones solventes. Jesús nos invita a una vida austera y sencilla. Y a luchar por la justicia. Es la lucha del Amor.

 

 

Comentarios de Pedro Olalde

  

Según Jesús, para ser feliz, es mejor dar que recibir, es mejor servir que dominar, compartir que acaparar, perdonar que vengarse, crear vida que explotar.

 

Así pues, el ser humano encuentra su satisfacción cuando asume su condición profunda, que consiste en ser caminante y ser hermano. Somos hermanos caminantes, y encontramos nuestra realización y, por tanto, nuestra más íntima satisfacción cuando obramos como tales.

 

Las satisfacciones y placeres, el prestigio social… pueden convertirse en trampas deshumanizadoras, porque rompen la fraternidad y nos instalan en esta vida, impidiéndonos caminar.

 

Siéntase usted útil, sirva, ayude, alegre a los demás. Sea Vd. misericordioso, comprensivo, pacífico, abierto, libre,… un buen amigo. Siga la escondida senda de los pocos sabios que en el mundo has sido. Sin darse cuenta se encontrará usted exultante, lleno de alegría interior. Constatará que no le cabe el corazón en su cuerpo…

 

Las bienaventuranzas de Lucas hay que leerlas en contraste con las malaventuranzas: Es desdichado el rico cuya riqueza está causando pobres… Es desgraciada la hartura de los que viven en la abundancia y son ocasión del hambre de muchos. Es maldita la risa que es causa del lloro de los que carecen de todo.

 

El evangelio de Lucas es una gran crítica a la sociedad, que está regida por estructuras de poder que engendran pobres. Hoy sabemos que más de mil quinientos millones de personas viven con menos de un dólar al día. Nosotros mismos colaboramos, quizás inconscientemente, a reforzar esta situación.

 

Cabe interpretar las cuatro malaventuranzas de Lucas en clave positiva:

·         Benditos los ricos, en dinero o poder, en talento o tiempo, que lo ponen al servicio de los pobres y necesitados.

·         Benditos los ricos que están dispuestos a seguir desnudos al Cristo desnudo del Calvario.

·         Y también benditos los que están saciados, porque tienen la fortaleza para ayudar a los hambrientos.

·         Dichosos los que se sienten incómodos y no apagan la televisión al ver informaciones sobre el hambre en el mundo.

·         Bienaventurados si experimentáis vuestro vacío y la necesidad de llenar el corazón de Dios y de los valores que merecen la pena.

·         Felices los que reís, si podéis llevar la alegría a los demás.

·         Afortunados si sois capaces de reíros de vosotros mismos y de no tomaros demasiado en serio.

 

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