UNA IGLESIA SOÑADA
Ciencia
ficción:
el
Vaticano da a conocer una encíclica
firmada
por el nuevo papa reinante.
27 de marzo de 2010. Domingo de resurrección.
"La
iglesia de Jesús, iluminada por el Espíritu, está convencida de
que la humanidad entra en una nueva era y, por tanto, ha de
responder a los signos de los tiempos nuevos.
La
organización administrativa, el derecho canónico, el
funcionariado clerical dio ya sus frutos, en tiempos pasados, a
la manera como la ley hizo de niñera, en el Antiguo Testamento
para el amadísimo pueblo de Israel.
Estamos
convencidos de que en esta nueva era, tanto la organización
eclesial como el derecho canónico que lo sustenta son un
obstáculo para el evangelio. Ha llegado pues, la hora de
devolver al Espíritu lo que es del Espíritu.
Cada
comunidad de seguidores de Nuestro Señor Jesús esté donde esté,
es ella en sí misma, la iglesia del Señor. Así debéis actuar.
Siempre en comunión con el resto de comunidades del Señor. Sin
perder de vista el consejo de nuestros padres: unidad en lo
necesario, libertad en lo dudoso, caridad en todo.
Cada
uno en comunidad; vuestra comunidad en sintonía con las
comunidades limítrofes sois poseedores del Espíritu para que
seáis uno en el Señor.
Os
comunico, con toda alegría que con esta fecha renuncio a todo
honor o título de poder mundano. De ahora en adelante, sólo
retendré sobre mis hombros la pesada y alegre carga de ser
vuestro hermano mayor en el amor. A mí podréis acudir cuando
vosotros no hayáis podido sintonizar vuestros diferentes puntos
de vista. Desde mi posición de hermano mayor, consultaré al
resto de comunidades de otras lugares para así encontrar, entre
todos, el camino más recto y que todas las iglesias se sientan
corresponsables en la búsqueda de la verdad.
También
os comunico el gozo que me ha producido la renuncia, por parte
de toda la antigua curia romana, a sus títulos, honores y
prebendas humanas. Todos, empezando por los cardenales,
arzobispos, nuncios, monseñores de todo tipo y color han
depuesto sus ropajes, y renunciado a sus salarios. Gran parte de
ellos, los que están en edad de trabajar, se ofrece a vuestras
comunidades, en cualquier parte del mundo, sobre todo las más
pobres, para servir cada uno en lo que vuestras comunidades les
asignéis.
En
adelante vosotros elegiréis a vuestros presbíteros entre los que
consideréis más idóneos para presidir la Eucaristía y promover
la paz. Para cada función escoged a los más preparados: los más
conocedores de las Sagradas Escritura, los que mejor y mas claro
lean en público, los que posean el don de cuidar con más amor a
los más pobres y así en todo lo demás. Aprovechad los carismas
de todos para el Señor.
Sed la
sal y la luz para el corazón del hombre. Llevad la alegría y la
esperanza al hombre apaleado. La sociedad está mal porque el
hombre está mal. Cuidad más del hombre que de la leyes de los
hombres. Sanad al hombre y la sociedad se sanará. El Reino del
Padre no vendrá por el camino de la política sino a través del
corazón del hombre. La cristiandad ha pasado, ha llegado la hora
de los creyentes. El mundo no se hace cristiano con leyes sino
con fe. Sed levadura, sal y luz, y esperar un nuevo amanecer.
Que
existe la maldad por todas partes, no hay que demostrarlo. Pero
si tenéis los ojos limpios y os ilumina el Espíritu, quizá veáis
que la tierra está también llena de hombres y mujeres, jóvenes y
ancianos de corazón sano y fraterno. ¿Y no era eso lo que quería
Nuestro Señor Jesús?
Id por
todas partes llevando el mensaje de Jesús. Entrad en los
barrios, en las aldeas, en los palacios. Si os acogen anunciad
al Señor sin recibir nada cambio, si os expulsan, sacudíos las
sandalias para no llevaros ni el polvo. No exijáis ningún
derecho. Pero decirles que Dios está cerca.
No
temáis si la Iglesia Católica pierde brillo y esplendor social.
No temáis si los templos de piedra se transforman en monumentos
turísticos. No olvidéis que el verdadero templo de Jesús sois
vosotros. No está bien cuidarnos del esplendor de nuestros
templos de cemento mientras se arrastran por las calles, las
colas del Inem, las alcantarillas, las chabolas... nuestros
hermanos apaleados como el de Jericó.
Jesús
nuestro Señor tuvo como misión sanar al hombre, no levantar
altares, construir confesionarios y basílicas o poner cruces en
lo alto de los montes.
Cumplió
su cometido la Cristiandad. Como cumplió su cometido la Torá,
antes de Jesús. Tengamos el valor de dar una oportunidad al
Espíritu porque ha llegado su hora.
Muchas
preguntas quedan en el aire. Quizá ahora no sepamos responder.
Pero la Historia y el Espíritu nos las aclararan.
No
quiero firmar como siervo de los siervos del Señor, porque nunca
fui siervo. Os envío un abrazo como hermano mayor en el Señor.
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LAS
IGLESIAS DEL PRIMER SIGLO
No existió
una primitiva comunidad cristiana idílica.
Los cuatro
evangelios
son
producto de las diferentes iglesias.
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