La
HOAC ante las directivas europeas
retorno de inmigrantes
y jornada laboral de 65 horas
La Hermandad Obrera
de Acción Católica (HOAC) ante la Directiva de la
“VERGÜENZA” y sobre la que pretende ampliar el tiempo de
trabajo en la Unión Europea hasta las “65 horas”, como
seguidores de Jesús de Nazaret y desde nuestro compromiso
apostólico en el mundo obrero y del trabajo, queremos
manifestar a la opinión pública lo siguiente:
1.- Rechazamos la Directiva sobre Retorno de la Unión Europea acerca de
“los procedimientos y normas comunes en los Estados miembros
para el retorno de nacionales de terceros países que se
encuentren ilegalmente en su territorio”, aprobada por el
Parlamento Europeo el día 18 de junio de 2008, y
consideramos este día como de auténtica vergüenza para la
humanidad porque supone que por encima de la dignidad de la
persona, los derechos humanos y la solidaridad, prevalecen
la seguridad de nuestras fronteras y la criminalización de
seres humanos, reteniéndolos hasta 18 meses por el mero
hecho de cometer una falta administrativa.
Dicha
medida no supone ningún avance en la política de
inmigración. La migración no es un delito sino una
oportunidad de enriquecimiento cultural. Es una expresión de
la globalización, así como un fenómeno natural y necesario
en muchos casos. La migración contiene la oportunidad de
crear la conciencia de un solo mundo y de una
responsabilidad común para el desarrollo de este mundo en
todas partes.
2.- Respetamos la legitimidad del Parlamento Europeo y el carácter legal
de la norma, pero denunciamos las posiciones políticas de
los europarlamentarios europeos –incluidos los españoles-
que han votado dicha norma. Como ciudadanos europeos nos
duelen estas posiciones de los políticos y políticas, sobre
todo, las de aquellos que en nuestro país dicen defender la
igualdad, la justicia social, máxime también cuando dichas
posiciones no han sido defendidas desde el programa con el
que se han presentado a las recientes elecciones generales.
Nosotros consideramos la norma como “injusta” a los ojos de
Dios, que para nosotros es Padre y Madre de todos los seres
humanos.
3.- Desde nuestra comprensión cristiana, los inmigrantes son nuestras
hermanas y hermanos. Acoger a los inmigrantes significa
acoger a Dios entre nosotros. El Evangelio del amor al
prójimo y al extraño (Mt 22, 34 – 40) nos exige actos de
solidaridad con los extraños. La dignidad de la persona está
garantizada ante Dios. Esta comprensión aumenta nuestra
sensibilidad ante el destino de los inmigrantes,
independientemente de su pertenencia religiosa y nacional.
¡No a la Directiva de la vergüenza!
4.- Asimismo, rechazamos la Directiva que sobre el tiempo de trabajo se
está deliberando también en el Parlamento Europeo.
Denunciamos la posibilidad, prevista en la norma, de la
individualización del pacto entre trabajador y empresario,
ya que deja aún más al trabajador en una situación de
vulnerabilidad e impotencia ante la propuesta de ampliar el
tiempo de trabajo.
Queremos
que la jornada laboral en Europa permita a las personas
desarrollar todas las dimensiones de su vida (personal,
familiar, social, política…) y nos manifestamos contrarios a
unas políticas que pretenden reducir los tiempos de que
disponemos las personas a un solo tiempo, para producir y
para tener mayor flexibilidad y disponibilidad para producir
más.
Frente a
ello decimos que queremos “trabajar para vivir”, queremos
“trabajar mejor”, pero no creemos que más horas en el centro
de trabajo nos ayuden a alcanzar dicho objetivo. También
seguimos proponiendo jornadas reales de 35 horas para todos.
Ahora más que nunca, creemos que es necesario gritar que
“para que todos trabajen, hay que trabajar menos”. ¡No a las
65 horas! Ni en España ni en Eslovenia, Polonia, Chipre…
5.- Nos comprometemos a seguir denunciando las causas y las consecuencias
de la inmigración: el hambre en el mundo, la subida de los
precios de los alimentos, que afectan más a los empobrecidos
del planeta, la falta de apoyo a la exportación de los
productos de los países del tercer mundo por el
proteccionismo de los países del mundo rico, la hipocresía
europea de promover la inmigración selectiva de los
“cerebros” de dichos países, despojándoles de su tesoro más
grande que son sus profesionales, etc.…
6.- Apoyaremos la potenciación de redes con las organizaciones que
trabajan a favor de la integración de los inmigrantes
(Pastoral de Inmigración, ONG, sindicatos…) y trabajaremos
junto con otros para construir una Europa donde avancen los
derechos sociales y políticos. Una oportunidad para ello la
vemos en las próximas Elecciones Europeas del año 2009.
7.- Creemos en otro mundo posible, donde convivamos todas las culturas,
donde la riqueza existente en este mundo se redistribuya
entre todos, donde las personas dispongan de “un trabajo
decente”, que en Europa pasa porque el trabajo se subordine
a la persona, ya que es un bien para ella.
“Cualquier forma de materialismo o economicismo, que intente
reducir el trabajador a un mero instrumento de producción,
deshumaniza la esencia del trabajo, porque la persona es la
medida de la dignidad del trabajo.” (CDSI, 266).
LA
COMISIÓN PERMANENTE
Hermandad Obrera de
Acción Católica
www.hoac.es