EL REINO DE DIOS     

                             
                              

 

                             cristianos siglo veintiuno
ÍndicePágina Principal

 

 

 

  

 

LAS BIENAVENTURANZAS DEL CONSUMO

 

 

Felices son las agencias de marketing y publicidad

cuando consiguen hacerte comprar lo que no necesitabas.

 

Felices son los dueños de las multinacionales

si compras sus productos sin exigirles que respeten los derechos laborales de sus trabajadores y subcontratas.

 

Felices son los banqueros

cuando les dejas tu dinero a plazo fijo sin exigirles que no lo inviertan en empresas de armas o contaminantes o que explotan a los trabajadores…

 

Felices son los dueños de las grandes superficies

cuando te ven allí, fielmente, todas las semanas comprando sin parar y enseñando a tus hijos a ser consumidores precoces.

 

Felices son los dueños de las marcas de renombre

cuando consiguen que las compres a un alto precio para estar a la moda y presumir…

 

Felices son los directivos de las televisiones y de las empresas dedicadas a las nuevas tecnologías,

cuando consiguen que te aísles de los demás para disfrutar de sus productos y programas, encerrándote en tu mundo particular.

 

Felices son los dueños de las empresas dedicadas al ocio,

cuando consiguen que consumas sus ofertas que te hacen pasarlo tan bien, y que tan poco tiempo libre te dejan para que hagas pasarlo bien a quienes lo pasan mal.

 

Felices son los gobernantes de turno

si te conviertes en un ciudadano pasivo que no se moviliza para denunciar las injusticias sociales que ves a tu alrededor.

 

Resulta que sin saberlo, estamos haciendo felices a los poderes económicos y políticos de este mundo. Ellos son extremadamente felices viéndonos individualistas, consumistas, preocupado cada uno por construirse su propio bienestar e indiferente ante las problemáticas sociales. 

Empieza por ti mismo a cambiar esta sociedad contaminante ¡está en tus manos! Mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños… puede cambiar el mundo.

 

 

Tomado de una

Campaña de Caritas