LAS
BIENAVENTURANZAS DEL CONSUMO
Felices son las agencias
de marketing y publicidad
cuando consiguen hacerte
comprar lo que no necesitabas.
Felices son los dueños de
las multinacionales
si compras sus productos
sin exigirles que respeten los derechos laborales de sus
trabajadores y subcontratas.
Felices son los banqueros
cuando les dejas tu
dinero a plazo fijo sin exigirles que no lo inviertan en
empresas de armas o contaminantes o que explotan a los
trabajadores…
Felices son los dueños de
las grandes superficies
cuando te ven allí,
fielmente, todas las semanas comprando sin parar y enseñando
a tus hijos a ser consumidores precoces.
Felices son los dueños de
las marcas de renombre
cuando consiguen que las
compres a un alto precio para estar a la moda y presumir…
Felices son los
directivos de las televisiones y de las empresas dedicadas a
las nuevas tecnologías,
cuando consiguen que te
aísles de los demás para disfrutar de sus productos y
programas, encerrándote en tu mundo particular.
Felices son los dueños de
las empresas dedicadas al ocio,
cuando consiguen que
consumas sus ofertas que te hacen pasarlo tan bien, y que
tan poco tiempo libre te dejan para que hagas pasarlo bien a
quienes lo pasan mal.
Felices son los
gobernantes de turno
si te conviertes en un
ciudadano pasivo que no se moviliza para denunciar las
injusticias sociales que ves a tu alrededor.
Resulta que sin
saberlo, estamos haciendo felices a los poderes económicos y
políticos de este mundo. Ellos son extremadamente felices
viéndonos individualistas, consumistas, preocupado cada uno
por construirse su propio bienestar e indiferente ante las
problemáticas sociales.
Empieza por ti mismo a
cambiar esta sociedad contaminante ¡está en tus manos! Mucha
gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos
lugares pequeños… puede cambiar el mundo.
Tomado de una
Campaña de Caritas