homenaje a JOSE Mª MARDONES   

                             
                              

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CARTA A UN MAESTRO

                                                             

 por Reyes Zuazo

Mi querido Chema.

 

Dicen que los mejores, no son siempre los más famosos, pero la regla se cumple con tu excepción, todo el mundo te conocía y te quería.

 

No nos has dejado, simplemente te has mudado, te has ido a tu nuevo destino; en plenitud de conocimientos, reconocimientos y sentimientos, como solo se van los mejores, para que sigas trabajando, enseñando y, haciéndote querer. Enhorabuena por donde estás ahora.

 

Para mí, eres el mejor, y tengo que darle gracias a la vida por haber permitido que te cruzaras en mi camino. He tenido mucha suerte. Sé que nos volveremos a encontrar, no importa que tú ya no seas Chema y que yo, ya no sea Reyes, lo que importa es que tú seguirás siendo un Maestro y yo volveré a sentirme afortunada.

 

No olvidaré lo que me dijiste después de nuestra última cena, camino de tu casa, cuando estuvimos dando vueltas con el coche, perdidos por la Dehesa de la Villa a causa de las obras:

 

“no te preocupes porque nos hallamos perdido, solamente cuando nos perdemos somos conscientes de lo importante que es el verdadero camino, y debemos hacer lo posible para volver a él cuanto antes. De vez en cuando hay que perderse para ser conscientes de que no podemos ir por ahí sin prestar la atención necesaria a lo que de verdad importa”

 

En aquel momento, como siempre que tú decías algo, me pareció acertado y oportuno, pero no fue hasta dos días después, “al mudarte a tu nueva morada”, cuando recordé tus palabras de una manera mucho más especial.

 

Cuando te bajaste del coche, te despediste de mí diciendo: “gracias niña, me has traído muy bien, hasta siempre”… que así sea Chema, hasta siempre.

 

Un beso muy fuerte,

Reyes.