J. A. Pagola: Un libro ejemplar
sobre Jesús y el Evangelio
El
libro de J. A. Pagola, “Jesús. Aproximación histórica”
(PPC), ha sido quizá el fenómeno teológico más
significativo del año 2007, en lengua castellana. Un
libro denso y largo, más de 500 páginas, de fuerte
lectura, del que se han vendido en medio año más de
20.000 ejemplares. Debe tener “algo especial” y así lo
han visto Don Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, y
un grupo de teólogos, de gran peso oficial (D. J. Rico
Pavés, D. J. A. Sayés y D. L. Argüello), que lo han
condenado “por herético y arriano”, según declaraciones
y estudios que recoge el boletín del Arzobispado de
Tarazona.
(http://www.diocesistarazona.org/abajo02.html)
Uno
es obispo, otro es Secretario de la Comisión Episcopal
para la Doctrina de la Fe (Rico), otro teólogo famoso en
Burgos (Sayés), otro es Vicario Episcopal de Valladolid
(Argüello). Gente importante. En conjunto, ellos
condenan a Pagola por hereje insidioso, por arriano, por
hombre de poca Iglesia y mucha izquierda, por político o
por poco enterado de los dogmas del catolicismo. La
acusación que ellos lanzan es importante, hay que
tomarla en serio. Pero es posible que hable más de los
acusadores que de la teología y de la visión de Jesús
que ha ofrecido en su libro J. A. Pagola.
No
necesitaba defensa, pero ahora quiero defenderle,
exponiendo simplemente el contenido de su libro,
mostrando su valor cristiano y su coherencia exegética.
Éste es mi juicio:
1. Es
un libro ejemplar, concebido y escrito como aproximación
histórica a Jesús, en la línea de la primera tradición
del evangelio. Trata, por tanto, de su historia
kerigmática, en la línea de Marcos (y Pablo), desde el
Bautismo por Juan hasta el mensaje de Pascua.
Lógicamente, no se ocupa de su concepción, ni de su
preexistencia, no expone, tampoco, la teología posterior
de la Iglesia, tras Nicea, aunque en ningún momento la
niega. Los que quieren condenar este libro de Pagola
deberían ser consecuentes y condenar también el
evangelio de Marcos. Sería lógico que lo expulsaran del
canon de los libros sagrados.
2. Es
un evangelio, en el sentido radical de la palabra. No un
libro de dogma (no lo niega ni discute), sino de anuncio
de la Buena Nueva de la Misericordia de Dios, que se ha
revelado y se ha hecho historia en la vida y el mensaje
de Jesús. Ningún autor moderno que conozca –y conozco
mucho de lo que se ha escrito sobre Jesus hasta el año
2006– ha destacado con la fuerza de Pagola el carácter
evangélico de Jesús, la Buena Noticia de su Palabra y de
su Vida, al servicio del conocimiento de Dios y de la
salvación de los hombres, especialmente de aquellos a
quienes Jesús amaba: los más pobres y excluidos de la
sociedad religiosa y civil de su tiempo. Quienes quieren
condenar a Pagola deberían condenar también a los
evangelios por ser lo que son, por no ser textos de
dogmas.
3. Es
un compendio admirable de la investigación crítica sobre
Jesús, tal como se ha realizado en los últimos cincuenta
años, en Europa y América, tanto entre católicos como
entre protestantes y judíos. Como he dicho, conozco un
poco sobre el tema (como muestro en la bibliografía de
mi libro sobre el Hijo de Hombre). Pero, al ver el libro
de Pagola, y, sobre todo, al seguir sus explicaciones,
con citas a pie de página, he visto que él lo sabe casi
todo: “chapeau, Pagola, txa-peldún”. Has hecho un
milagro, José Antonio: has digerido y has puesto ante
los lectores normales, no eruditos, la pirámide inmensa
de estudios exegéticos e históricos sobre Jesús.
Quien
no haya leído lo que tú has leído, quien no haya hecho
el esfuerzo de ofrecer a todos los mejores resultados de
la investigación crítica sobre Jesús no tiene derecho a
criticarte. A veces, yo te hubiera dicho: suelta lastre,
no citas ya más, opina tú, que sabes bien lo que dices…
Pero sigues y sigues citando a los maestros, asumiendo
así, de forma práctica (¡no en pura teoría!) la
aportación de la crítica histórica y literaria de la
segunda mitad del siglo XX, para decir, al fin, que esa
crítica es buena y que puede incluso ayudarnos a
entender a Jesucristo. De esa forma has reconciliado una
vez más a Jesús con la ciencia, como hizo Santo Tomás,
como han hecho todos los buenos teólogos, a pesar de las
críticas de algunos que tienen miedo de todo
pensamiento.
4. Es
un libro muy bien organizado. No es sistemático (en el
sentido abstracto), pero sí bien dividido y ordenado,
siguiendo las diversas facetas y momentos de la vida y
obra de Jesús como Judío de Galilea, Vecino de Nazaret,
Buscador de Dios, Profeta del Reino, Sanador, Maestro,
Creyente, Mártir, Resucitado etc. etc. No es una
biografía lineal, que no puede escribirse, sino un
conjunto de semblanzas, bien trabadas, siguiendo el
orden básico de Marcos (de Galilea a Jerusalén, de Juan
Bautista hasta el Calvario y la tumba vacía). De esa
manera, cada uno de sus quince capítulos, con epílogo y
anexos, puede leerse de un modo casi autónomo, sin
agobio ni fatiga.
Es un
libro en quince libros, escrito con sencillez y soltura,
para grandes intelectuales (con citas ejemplares, a pie
de página) y para lectores sin formación especializada
(en caja grande, en lenguaje comprensible). Es un libro
que ayuda a leer y que nos permite entrar en el mundo
inmenso de los estudios especializados sobre Jesús, sin
miedo, con precisión (¡Bueno, José Antonio; alguna vez,
ante el cúmulo de informaciones te pierdes un momento;
por ejemplo, cuando citas varias veces mi Nueva Figura
de Jesús y la pones en Salamanca y no en Estella…
Algunas cosas de esas son inevitables. Ellas muestran
que sigues siendo “humano” y que de humanos es errar en
cosas menos importantes).
5. Es
un libro que vincula y condensa el aspecto social y
religioso de Jesús…, el espiritual y el histórico, el
personal y el social. A veces se ha dicho que los
“liberadores” no son “piadosos”, ni los piadosos
liberadores… Pues bien, la novedad del libro de Pagola
es que es liberador, siendo piadoso, habla de Dios
hablando de los pobres, habla de justicia tratando de la
misericordia, habla de transformación económica
ocupándose de la oración… En el centro del libro está la
“sanación”, la experiencia del Jesús que cura y están,
igualmente, las parábolas, la visión de un Jesús que nos
abre los ojos para ver y entender… Ese es el tema, ver y
entender, mirar y ensanchar el espíritu. Quien no sepa
de parábolas, podrá condenarle, pero también condenaría
a Jesús, porque no fue dogmático, sino parabólico. Yo me
animaría a pedirles a los cuatro teólogos de Tarazona
para que, después de haberse ocupado de Pagola, se
ocupen de las parábolas de Jesús. Posiblemente, ellas
tampoco responden del todo al dogma de cierta iglesia a
la que dicen defender.
6. No
es un libro total, pero es un libro muy cristiano, muy
católico, muy completo sobre la vida de Jesús. No quiere
decir todo, no habla de Nicea, ni de la superación de
Arrio; no habla de Ireneo, ni de los riesgos de los
gnósticos… Pero de eso pueden, deben escribir los que le
condenan, Sayes y Rico, Fernández y Arguello, pues saben
mucho de Arrio y de la gnosis… En esa línea, ya puestos
a condenar, podrían haber condenado a casi toda la
tradición pre-nicena y a gran parte de la post-nicena,
por incompleta y poco precisa, según su punto de vista.
Pero está bien que Marcos y Mateo estén en el canon;
está bien que leamos a los Padres Apostólicos, con
Ireneo y Orígenes.... Está bien que sigamos leyendo a
Pagola y que el resto de los obispos y teólogos de
España olviden las acusaciones del Boletín de la
Diócesis de Tarazona.
XABIER
PIKAZA
tomado de su blog en PERIODISTA DIGITAL-
Religion
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php