RECONOCIMIENTO
DE NUESTROS PECADOS
Como
humanos,
nos
enorgullecemos de nuestra condición de seres libres
y
experimentamos nuestra libertad,
eligiendo
continuamente lo que consideramos más valioso.
Pero tenemos
que admitir que muchas veces elegimos erróneamente.
Vamos
frecuentemente detrás de lo que nos daña,
nublada
nuestra mente por el placer inmediato.
Dios es
plenamente consciente
de nuestra
condición de personas que elegimos mal,
de que somos
por ello pecadores:
damos
importancia a lo que no la tiene
y dejamos de
lado el plan de Dios, que tanto fascinó a Jesús.
Dios,
nuestro Señor, cuenta con nuestra debilidad.
Somos
pecadores.
Y no es que
nos guste más la oscuridad que el brillo de la luz.
Pero
necesitamos ser iluminados por Dios,
necesitamos
ser liberados de nuestras falsas elecciones,
para que
seamos capaces de convertir este mundo nuestro
en una
comunidad de hermanos.
Pedro Olalde
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