Hermanos y hermanas, Jesús anuncia y trae la Vida, la “nueva creación” y nosotros y nosotras, a menudo, seguimos inmersos en la vieja creación, como con las puertas cerradas, aferrados a lo conocido, a lo viejo, a lo de antes. Oremos.
Que seamos semilla de paz y Vida
• Que la Iglesia sea proclamación y presencia del Amor recibido y entregado hasta sus últimas consecuencias. Que acierte a propiciar el encuentro con Jesús Vivo que nos ofrece libertad interior y paz en el corazón.
Que seamos semilla de paz y Vida
• Que los creyentes seamos expertos y expertas en descubrir la presencia del Amor en los pobres y olvidados, en los rechazados socialmente, en los que sufren enfermedad, hambre y violencia.
Que seamos semilla de paz y Vida
• Que en nuestras comunidades parroquiales y religiosas nos comprometamos con el despertar de nuevo la vida, la fe, que seamos escuela de encuentro personal con el Resucitado.
Que seamos semilla de paz y Vida
• Que todos nosotros y nosotras seamos cauces de paz en nuestros pequeños contextos, cauce de silencio y pausa interior, cauce de vida consciente, bendecida y agradecida.
Que seamos semilla de paz y Vida
Padre Madre buena, que seamos creyentes de verdad, camino de reconciliación en este mundo tan dividido e injusto; que seamos siempre y en todo momento Vida.
Vicky Irigaray