Hermanos, partiendo de las necesidades humanas de sed y hambre, Jesús nos revela otros dones: el "agua viva" y el "alimento nuevo". El agua es signo del don del Padre y el alimento lo que nos da vida, que es hacer la voluntad de Dios. Oremos.
Jesús, danos de beber.
• Por la Iglesia, para que sea la comunidad de todos los hombres y mujeres, que al estilo de Jesús, se identifican con todos y tratan con amor y delicadeza a todos. Hombres y mujeres siempre dispuestos al diálogo y a pronunciar palabras de vida.
Jesús, danos de beber.
• Por todos los creyentes, que llevemos por el mundo el mensaje liberador de Jesús, ofreciendo acogida, escucha, respeto y dignidad a todos los que se nos acerquen.
Jesús, danos de beber.
• Por nuestra comunidad parroquial y religiosa, que sea un espacio de oración, una oportunidad para los que se acerquen de encontrarse consigo mismo y con el Padre que nos espera pacientemente.
Jesús, danos de beber.
• Por todos los que trabajan voluntariamente saciando la sed y el hambre de tantas personas, que su tarea despierte nuestras conciencias y sea siembra de un mundo más habitable para todos.
Jesús, danos de beber.
• Por la paz en nuestro mundo, que no nos cansemos en sembrar paz y bienestar con nuestras palabras y gestos. Que recuperemos la fe y la esperanza en un mundo en paz.
Jesús, danos de beber.
Padre bueno, concédenos la gracia de proclamar con nuestra palabra y nuestra vida que sabernos acogidos y amados por ti nos hace felices y apela a nuestra responsabilidad en la construcción de tu Reino. Te damos las gracias por el encuentro de tu hijo con la samaritana.
Vicky Irigaray