Quiero volver a la Notificación publicada por los obispos españoles, señalando al teólogo Andrés Torres Queiruga como sospechoso de herejía. No tengo duda de que lo han hecho con la mejor voluntad, de acuerdo a su fe. Y han de ser respetados.
Pero el respeto debido es precisamente el que exige criticarlos. Y hacerlo justamente en nombre de la comunión eclesial al que ellos apelan. Quiero apuntar tres reflexiones que me parecen cruciales...