En respuesta al artículo publicado en feadulta el pasado 26 de octubre cuyo título es “El cristianismo no es de izquierdas ni de derechas”

Si entendemos por Cristianismo la religión de Jesús de Nazaret, es decir, las enseñanzas que están en los Evangelios, no los dogmas, normas y ritos que predica la religión católica oficial, no es una religión equi-distante, no es ni puede ser de derechas y a la vez de izquierdas, no es ni puede ser neutral. Nadie es neutral.

Jesús tomó parte y partido por los pobres, Recordamos aquello de “dichosos los pobres… ay de vosotros los ricos… es más fácil que un camello pase por el ojo de una guja que un rico entre en el reino de Dios…. no se puede servir a Dios y al dinero… si quieres ser perfecto, vende lo que tienes y dalo a los pobres… parábola del rico epulón y el pobre Lázaro… La salvación vino a casa de Zaqueo cuando devolvió lo que había robado…el juicio final: tuve hambre, tuve sed, era extranjero, estuve enfermo…”
Eso está claro. Es una religión que tiene una clara preferencia por los pobres y excluidos, no está en contra de los ricos, sino de la acumulación de riqueza.

Ser de izquierdas supone al menos estas cosas:

1) Una clara opción por los pobres, una lucha constante contra toda injusticia, no aceptar la exclusión social, inconformarse con toda forma de injusticia, o como decía Bobbio, considerar una aberración la desigualdad social.
2) Tener pensamiento crítico, lejos de la opinión visceral.
3) Estimar antes lo comunitario que lo individual, antes lo colectivo que lo privado.
4) La defensa de la mujer y lucha contra el patriarcado.
5) La defensa de los Derechos Humanos y del Planeta, como eje de su pensamiento,

Y ser de derechas significa, según el prestigioso sociólogo Bonaventura Souza Santos: “Entiendo por Derecha al conjunto de las fuerzas sociales, económicas y políticas que se identifican con los objetivos del capitalismo neoliberal y con lo que esto implica en términos de políticas nacionales, de aumento de las desigualdades sociales, de destrucción del Estado de bienestar, de control de los medios de comunicación y de estrechamiento de la pluralidad del espectro político”.

El Cristianismo verdadero, el del Evangelio, no puede ser a la vez de derechas y de izquierdas. Es clara y decididamente de izquierdas.

José María García Mauriño
7 de Noviembre de 2017.