En respuesta al artículo publicado en feadulta el pasado 30 de agosto cuyo título es “A Dios no se le pregunta ¿por qué?”
Hola Inma, me sabe mal que en Fe Adulta se publique un artículo como el de P. Alberto Reyes sobre la dictadura en Cuba porque las opiniones sobre este tema son muy diversas, unos a favor y otros en contra. Lo que no me parece legítimo es que utilice a Dios para sostener que lo de Cuba es una dictadura; se podría utilizar el mismo argumento pero en sentido contrario.
Este señor si no es capaz de hacer una crítica política a la situación en Cuba al menos que tenga la decencia de no utilizar a Dios para justificar su pensamiento contrarevolucionario. Fe Adulta no es el lugar adecuado para emitir estas opiniones.
Muchas gracias y un abrazo.
Pedro
--------------------------
No me ha gustado nada, pero nada, el artículo sobre Cuba: vaya " joyita". ¿Quién hace la selección? Está en su derecho al expresarse así, pero ¡qué estrechez de miras y prejuicios los del autor! Saludos,
Rafael
--------------------------
Hola Pedro/ Hola Rafael,
Estoy de acuerdo en que pensar así como ese autor no es tener una fe adulta. Uno del equipo seleccionó ese artículo y a mí me pareció interesante porque a veces se nos olvida que aún hay gente que le echa a Dios la responsabilidad de todo lo que ocurre. Me pareció que puesto en contraste con el de Jairo del Agua (que iba justo después) se iba a ver la diferencia…
Jairo del Agua: Un "dios intervencionista" no existe. Porque si existiera sería un monstruo. Dios no tiene más manos, ni pies que los tuyos. Eres tú el que puede y debe actuar para hacer crecer el bien en el mundo, eres tú el que tiene que buscar los remedios y las soluciones.
No tenía intención política sino teológica y a modo de ejemplo de lo que, en mi opinión y desde el respeto, es absurdo. No hay por qué estar de acuerdo ni con su visión teológica ni con su visión política. Pero ya veo que no se ha entendido bien. Me ha llegado otra queja sobre el artículo y eso significa que a varias personas les ha chocado. Disculpad mi error de cálculo,
Inma