En esta primera parte, el teólogo habla de una iglesia de iguales, que debe ser "pobre" y "de los pobres" yendo un pasito más allá del Papa Francisco cuando dice "para los pobres". Para hablar de la reforma de la iglesia es preciso plantearnos en primer lugar qué es la Iglesia. Podemos decir que es necesaria porque la fe es intrínsecamente comunitaria. La definición del Vaticano II de la iglesia como Pueblo de Dios habla sobre todo de la unidad en la igualdad. También explica que si la Iglesia es Sacramento de salvación, la reforma de la misma tendrá que ver con su "significatividad" para la humanidad.