La fe no requiere de grandes hitos ni hazañas, a veces un pequeño gesto de fe como una caricia, una mirada, un abrazo puede significar mucho más para una persona que cualquier palabra que podamos decirle.
La fe no requiere de grandes hitos ni hazañas, a veces un pequeño gesto de fe como una caricia, una mirada, un abrazo puede significar mucho más para una persona que cualquier palabra que podamos decirle.