En la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, Jesús nos recuerda en este evangelio que la misión de construir un mundo mejor es labor de todas las personas, más allá de si son de “los nuestros” o no. El Reino también lo construyen las personas que no son cristianas, las que no van a misa, las que no creen. Nuestra labor como cristianos es seguir colaborando en esa tarea. Hoy especialmente en la acogida a las personas que se ven obligadas a abandonar su hogar.