En un comunicado (confirmado por Lombardi, como fiel a la verdad), los lefebvrianos explican que el 13 de diciembre el Superior General de la Fraternidad San Pio X (Lefebvrianos), Bernard Fellay y sus asistentes se dirigieron a Roma en respuesta a una petición de la Comisión Ecclesia Dei para una reunión informal.
Al final de este encuentro, el secretario de la Comisión Ecclesia Dei, Monseñor Guido Pozzo invitó a sus interlocutores a almorzar en el comedor de la Casa Santa Marta, donde se sumó el secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Agustín Di Noia.
En este amplio comedor el Papa almuerza a diario, apartado de los otros comensales y monseñor Pozzo quiso presentar a monseñor Fellay al Papa cuando éste abandonaba el comedor.
Según el comunicado de la Fraternidad, se produjo "un breve intercambio" en el que el Papa le dijo 'encantado de conocerlo', monseñor Fellay le aseguró que rezaba mucho, y el Papa le pidió que rezara por él. El contacto duró solo algunos segundos.
En una entrevista que concedió recientemente, Monseñor Fellay explica que "hubo un acercamiento no oficial de Roma" para ponerse "nuevamente" en contacto con ellos "pero nada más". Y asegura que él no ha solicitado una audiencia como lo había hecho después de la elección de Benedicto XVI. "La conservación de nuestra identidad católica tradicional es primordial y sigue siendo nuestro primer principio". "Seguir a Bergoglio pondría en peligro nuestra fe".
La Fraternidad de San Pio X fue fundada en 1970 por el arzobispo Marcel Lefebvre, quien murió excomulgado en 1991 por negarse a reconocer el Concilio Vaticano II y por haber ordenado a cuatro obispos sin el consentimiento del Papa.
Sin embargo, Benedicto XVI dio varios pasos para permitir la reconciliación de los 'lefebvrianos' con la Iglesia católica. En el año 2007 aprobó el motu proprio 'Summorum Pontificum', una ley vaticana que permitía la celebración del rito antiguo o tridentino, anterior al Concilio, sin el permiso del obispo, mientras que en el año 2009 levantó la excomunión a los cuatro obispos de la Fraternidad.