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GRACIA

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La "gracia" de Dios. "Llena eres de gracia". "Concédenos tu gracia"

Después de estudiar, hoy, con un mínimo de profundidad la teología cristiana al uso, es decir, el pensamiento cristiano en el mercado actual, parece imprescindible, de primera necesidad, renovar el lenguaje de los cristianos. Si evolucionan los conceptos, no podemos seguir con las mismas palabras.

Las palabras conservan, transmiten, divulgan tanto las verdades como los errores. No se renuevan los conceptos si no se renuevan las palabras. Nuestra fe, nuestro catecismo, nuestros ritos, nuestra liturgia están atenazados por conceptos muertos conservados en palabras disecadas. Y ambos, conceptos y palabras, deforman a Dios, la Creación, la Salvación, nuestra alegría, nuestro vivir.

Uno de los grandes maestros con los que tuve la suerte de convivir en momentos decisivos de mi vida, se llamaba Casiano Floristán. Doctor en teología pastoral. Esto es, teología práctica. Una de las muchas facetas en las que era insigne, era en saber hacer una homilía. Género tan distinto de un sermón o de una clase sobre las escrituras.

Un domingo dijo en la homilía que Dios nos mandaba el sufrimiento o pobreza "para probarnos". Ya en la sacristía, dada mi gran amistad y osadía, me atreví a decirle que eso de que Dios "nos probaba" no podía ser correcto. Me llenó de emoción la rapidez con la que cayó en la cuenta de tan mala expresión. Esas afirmaciones sobre Dios deforman toda una visión de Dios, del hombre, y de la vida. Sin embargo toda la prédica y la literatura cristiana están infectadas de este tipo de desenfoques dañinos.

Una de las palabras claves, sometidas a revisión urgente, es la palabra gracia. Palabra y concepto.

Gracia que solemos solicitar. Como si Dios tuviera una especie de almacén de "gracias", a modo de rey mago o papá Noel, con los bolsillos llenos repartiendo caramelos frescos y revitalizantes.

Dios es Dios. Y no tiene nada. Ni premios ni castigos, ni vitaminas, ni consuelos, ni refrescos. Dios es la Vida. Donde hay vida es señal de que está Dios. Dios no da, no puede dar nada que no sea Él mismo. Tener la gracia de Dios es tener a Dios. Estar lleno de gracia, es estar lleno de Dios.

Una visión creyente es ver a Dios en todo. Sea cual sea el grado de evolución de ese determinado todo. No percibir a Dios es lo propio del a-teo.

El no creyente acepta sólo la materia, lo visible, lo detectable, lo situable. El creyente es creyente porque además de la razón (oculus rationis) y la visión física (oculus carnis) cuenta con un "tercer ojo" (oculus fidei) con el que percibe a Dios en la ballena, en el insecto, en la bacteria, en el movimiento del progreso, en la gran evolución, en la marcha de la historia, en una vida que comienza, en el pobre.

Creyente infantil, el que ve a Dios en el bello amanecer y no lo ve en el trágico caminar de la historia. Cuando el hombre era pequeño descubrió a Dios sosteniendo un universo fijo, estático. Cuando creció, descubrió que Dios estaba inmerso como motor, o como fuente de vida de una gigantesca evolución que se expande sin saber hasta dónde llegará. Dios en la Naturaleza y Dios en la Historia

Todo lo que existe recibe su ser de Dios, según el modo de cada ser.

Y existe un "modo de ser" difícil de comprender. Casi diríamos que ese peculiar modo de ser, fue como un descuido de Dios. El modo de "ser creado, consciente de sí mismo, y libre".

Si lo piensas bien, es como un disparate. Algo creado y, sin embargo, libre. La libertad para quien no es dueño de su ser resulta lo más bello e inimaginable a que puede aspirar alguien que no es Dios.

Pedir la gracia de Dios, no es pedir fuerzas, favores ni suerte. Es abrir tu libertad para que Dios empape con su presencia lo más bello y lo más tuyo con lo que cuentas.

El "Reino de Dios" es Dios mismo. Si el reino está cerca es Dios quien está cerca.

Pedir la gracia de Dios, es abrirte tú a Dios. Si tienes la gracia de Dios, es a Dios a quien tienes.

No es cuestión de místicas. Es vida de creyente. Es creer que Dios existe, y que es Vida. Y que sólo es eso: Dios.


Luís Alemán


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