Campesinas y campesinos de todo el mundo se dieron cita en Jakarta, Indonesia, del 6 al 13 de junio 2013, para celebrar el 20º aniversario del movimiento campesino internacional La Vía Campesina (LVC). Igualmente, se celebró la VI Conferencia Internacional, una reunión que tiene lugar cada cuatro años, cuando se reúnen las más de 150 organizaciones socias para debatir y definir el rumbo futuro del movimiento. La meta: crear un modelo alternativo de desarrollo rural.

Unos/as 500 delegados/as representando más de 70 países se han reunido en esta conferencia, dando muestra de la gran diversidad de luchas, culturas y organizaciones que integran este movimiento internacional. Entre ellos, hay pequeños productores de todos los continentes, nuevos jóvenes campesinos, mujeres agricultoras y también regiones nuevas como Australia y Oriente Medio, que antes no formaban parte de LVC.

"Para nosotros es un momento de orgullo y celebración, porque hemos cerrado un largo ciclo de 20 años, hemos conseguido grandes avances y logros, a pesar de los recursos limitados. La Vía Campesina ha unido muchos movimientos campesinos diferentes de todo el mundo, rurales y urbanos, en una lucha común por la soberanía alimentaria. Es un gran logro", afirmó Henry Saragih coordinador general de LVC.

La ceremonia de apertura tuvo lugar el 9 de junio, con la asistencia de cientos de participantes y personalidades nacionales e internacionales. Se inició con un acto espiritual y cultural que simboliza la lucha campesina y cada día se desarrollaron actos de diferentes continentes. En una parte del lugar de reunión se instaló un pueblo agroecológico, para mostrar experiencias agrícolas basadas en métodos naturales y tradicionales de diferentes continentes. "La agricultura ecológica que practicamos es la mejor solución para detener el calentamiento global y para alimentar a la humanidad con alimentos locales y saludables. Estos métodos son comprobados en el tiempo, al contrario que las perjudiciales tecnologías desarrolladas por las corporaciones, como los Organismos Modificados Genéticamente (OMG) y los pesticidas tóxicos que destruyen la tierra, provocan enfermedades y endeudan al campesinado", declaró Dena Hoff, mujer agricultora de Estados Unidos.

Un joven agricultor de Mozambique, Jose Manuel Mateus, afirmaba: "Hemos abierto nuestra conferencia internacional con una asamblea de mujeres y de jóvenes, porque en La Vía Campesina tenemos el fuerte compromiso de brindar más espacio y otorgar mayor importancia al papel de las mujeres y de la juventud".

Eran más de 200 jóvenes los que participaron en su Tercera Asamblea Internacional de la Juventud. En la breve presentación de apertura, Juana Ferrer, de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas de República Dominicana (CONAMUCA) decía: "En la fuerza de la juventud de la Vía Campesina recae también la responsabilidad de avanzar en la construcción de nuestro movimiento, en las luchas y en las resistencias de los pueblos. Por la soberanía alimentaria, la juventud de la Vía Campesina en lucha. En este proceso de construcción de la Vía Campesina, la juventud ha asumido el desafío para descarrilar el capitalismo, el patriarcado y su política neoliberal. La lucha, la resistencia y el compromiso de la juventud de la Vía Campesina cada vez es más profundo".

Voces y miradas... con "M" de mujer campesina

En la Asamblea de Mujeres, Lidia, Waheba, Nandini, Ilona y Ana Paula son campesinas de Paraguay, Palestina, Noruega, India y Mozambique. Relatan la situación de la mujer en sus respectivos países. Aún con realidades y contextos tan dispares, estas mujeres comparten una lucha: la lucha por los derechos de la mujer campesina, y en defensa de la mujer como madre de la Soberanía Alimentaria.

"Las mujeres campesinas llevamos resistiendo desde los años 90 a una gran ofensiva del liberalismo"

En nuestro continente, marcado en los años 60, 70, 80, por dictaduras donde la violencia y la represión han tocado muy fuertemente a las mujeres, son precisamente éstas las que fueron las principales movilizadoras de las luchas por los procesos democráticos. Y desde los 90 las mujeres campesinas llevamos resistiendo a una gran ofensiva del liberalismo, sobre todo impulsado por políticas propias del imperialismo norteamericano.

Solamente caminando hacia la erradicación de la violencia contra de nosotras las mujeres, podremos avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.

"Las mujeres en Mozambique somos moneda de cambio"

"En Mozambique nos educan para proteger a los hombres, y a pesar de ser nosotras las que producimos los alimentos, no tenemos ningún poder de decisión. No hay equilibrio, no hay igualdad ni paridad, son los hombres los que ocupan lugares de poder. Nos casamos muy jóvenes para que nuestros padres tengan más dinero, pues les pagan cuando nos vamos con los maridos, somos moneda de cambio, por eso nos cansamos siempre. Es importante concienciar a las mujeres de la importancia de su alfabetización, para formarlas y educarlas para que tengan la valentía de denunciar lo que les ocurre" dice Ana paula, de MOZAMBIQUE, perteneciente a la Unión Nacional de Campesinos.

Tomado de viacampesina.org