HONRAR EL CUERPO DE CRISTO
Faustino VilabrillePara ponerse de parte de Dios es necesario ponerse de parte de los explotados y oprimidos del mundo, en los que está Dios realmente presente.
Los ritos y celebraciones nos pueden dejar muy a gusto y satisfechos, como por ejemplo, las Primeras Comuniones: "qué adornada estaba la iglesia, qué bien vestidos los niños, los padres pagaron las flores, todo resultó muy bonito".
Sí, pero ahí fuera están los niños esclavos: 168 millones de niños son víctimas en el mundo de la explotación laboral, incluso manejando productos tóxicos como en los EE.UU., o torturados y mutilados en la India para que den más lástima y ponerlos a pedir.
Si no hay compromiso con la igualdad, la justicia, la solidaridad, la fraternidad, no hay Dios.
Jesús lo dijo así: "Tuve hambre y ME disteis de comer..."
San Juan Crisóstomo (año (347-407) lo tradujo así:
"No pensemos que basta para nuestra salvación presentar al altar un cáliz de oro y pedrería después de haber despojado a viudas y huérfanos"
"¿Quieren en verdad honrar el cuerpo de Cristo? No consientan que esté desnudo. No lo honren en el templo con manteles de seda mientras afuera lo dejan pasar frío y desnudez. Porque el mismo que dijo: 'Este es mi cuerpo', y con su palabra afirmó nuestra fe, dijo también: 'Me vieron hambriento y no me dieron de comer'. Y 'Lo que no hicieron con uno de mis hermanos más pequeños, tampoco lo hicieron conmigo'...
¿Qué le aprovecha al Señor que su mesa esté llena de vasos de oro, si Él se consume de hambre? Sacien primero su hambre y luego, con lo que les sobra, adornen también su mesa".
¿Cómo es posible que la Iglesia, la oficial sobre todo por ser más responsable, se haya ido tan lejos de lo que enseñaron los grandes pastores de los primeros siglos?
Faustino Vilabrille