Ofrecemos estas preguntas para que
nos interpelen a nivel personal
y nos sirvan de base para compartir nuestras vivencias
en una homilía participada con la familia o la comunidad.

VELAD Y ORAD PUES NO SABÉIS EL DÍA NI LA HORA en que vendrá el Hijo del Hombre...

· Si hoy viniera el Señor a buscarte, ¿te encontraría preparado o qué tarea de las que te traes entre manos, tendrías que abandonar?

· ¿Oráis en comunidad y en familia, para estar preparados? ¿Habláis de la muerte con naturalidad o es un tabú en vuestro ambiente? ¿Acompañáis las muertes y los duelos de otros, facilitándoselos con cariño?

· ¿Vivís en comunicación constante con el Señor, en su presencia y sabiéndoos personas habitadas? ¿Lo expresáis o es una experiencia personal interior, no manifestada ni compartida?

· ¿Sois una familia, o una comunidad, dormida o despierta y en vela? ¿Te sientes responsable de que tus hermanos vivan en vela o dejas que alguien viva instalado en la mediocridad, sin implicarte en su estar preparado? ¿Acompañas el encuentro con el Señor de tus mayores, familiares o hermanos de comunidad, con toda tu fuerza y pasión o te escaqueas dejando, respetuosamente, que cada uno viva su etapa como pueda?

· ¿Podría ser que el Señor venga inesperadamente y os encuentre dormidos? ¿Hay alguien en tu entorno que no vive la vida plena, sino que está adormilado con entretenimientos que no le hacen crecer ni vivir más profundamente?

Se podría orar y comentar, todos juntos un rato, sobre la responsabilidad de toda la familia para que todos la cumplan y sobre la comunidad, para que todos busquen la plenitud, la vida en abundancia.