Las lecturas de hoy nos ofrecen una reflexión global sobre todo lo que estamos celebrando estos días: la Sabiduría, tan íntimamente conectada con la Palabra y, por tanto, con Jesús, la Palabra hecha carne. Jesús, es Sabiduría encarnada, visible, que puede ser conocida. Oremos.

Padre bueno, concédenos tu sabiduría en nuestro día a día.

* Que la Iglesia, Padre bueno, nos muestre la Sabiduría de Jesús que es llamamiento a la conversión, conocimiento de Dios que es llamada a ser hijos y hermanos.

Padre bueno, concédenos tu sabiduría en nuestro día a día.

* Que la Sabiduría de los que buscamos y queremos seguir a Jesús, nos lleve a entender la vida como Jesús, a tener sobre lo humano y lo divino los mismos criterios y valores que Jesús.

Padre bueno, concédenos tu sabiduría en nuestro día a día.

* Que cuantos sufren a causa de la crisis, de la enfermedad, del paro, de la exclusión, de soledad, sean un llamamiento urgente a nuestra solidaridad, generosidad y proximidad.

Padre bueno, concédenos tu sabiduría en nuestro día a día.

* Que todos los dirigentes de nuestros gobiernos e instituciones velen, desde sus puestos de responsabilidad, con especial interés y empeño por aquellos que peor lo están pasando entre nosotros.

Padre bueno, concédenos tu sabiduría en nuestro día a día.

* Que los padres, educadores, catequistas, sean transmisores de la sabiduría de Dios, testigos próximos de un estilo de entender y vivir la vida.

Padre bueno, concédenos tu sabiduría en nuestro día a día.

Padre bueno, concédenos la gracia de no querer saber más que Jesús, aprehender su confianza y amor a ti. Te damos gracias porque tú deseas que te conozcamos. Te damos gracias por mediación de tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray