Hermanos, Jesús hablaba de Dios de forma que entusiasmaba, la gente le entendían y, como constataban los de Emaús, oyéndole ardía su corazón. Oremos

Que nuestra vida sea reflejo de tu vida, Jesús.

· Por nuestra Iglesia, que sea la casa abierta para todos los hombres y mujeres que necesitan una palabra de aliento, un gesto de acogida y un abrazo de paz.

Que nuestra vida sea reflejo de tu vida, Jesús.

· Por todos nosotros, que siguiendo el ejemplo de Jesús, seamos maestros en cordialidad, en amistad, que busquemos acercarnos a los más desfavorecidos de nuestra sociedad.

Que nuestra vida sea reflejo de tu vida, Jesús.

· Por todos los que trabajan en el mundo de la salud: médicos, enfermeras, auxiliares, capellanes, agentes de pastoral, que en su tarea diaria sean delicados, cercanos, y muestren así el rostro compasivo de Jesús.

Que nuestra vida sea reflejo de tu vida, Jesús.

· Por todos los que disfrutamos de este tiempo de descanso, para que reservemos parte de nuestro tiempo para acercarnos a los que más nos necesitan y hagamos así posible una humanidad generosa y solidaria.

Que nuestra vida sea reflejo de tu vida, Jesús.

Padre, que la contemplación de la vida ordinaria de tu Hijo Jesús nos vaya cambiando por dentro y nos haga, cada día, más parecidos a Él. Te damos las gracias porque confías en nosotros para construir tu Reino.

Vicky Irigaray