Hermanos, en el evangelio de hoy Jesús se presenta como pan, como alimento que sacia sin límites. Hoy, es un buen día para preguntarnos cuál es nuestro alimento, o formulado de otra manera: ¿Quién es el Señor de nuestra vida? Oremos

Padre, que tu Hijo Jesús nos habite y guie.

· Dios bueno, que nuestra Iglesia sea maestra de vida, espejo del ser y hacer de Jesús.

Padre, que tu Hijo Jesús nos habite y guie.

· Dios bueno, que la señal de identidad de todos los creyentes, sea que trabajamos por la salud, por la dignidad de todos, muy especialmente por los más pobres.

Padre, que tu Hijo Jesús nos habite y guie.

· Dios bueno, que el grito de los hambrientos nos sacuda por dentro y los que tenemos alimentos en abundancia seamos solidarios hasta erradicar el hambre de nuestra tierra.

Padre, que tu Hijo Jesús nos habite y guie.

· Dios bueno, por todos los niños y jóvenes que durante este verano participan en campamentos; que sea para ellos y sus monitores, una nueva oportunidad para vivir al estilo de Jesús.

Padre, que tu Hijo Jesús nos habite y guie.

· Dios bueno, que todos nuestros mayores se sientan atendidos en todas sus necesidades y así, entre todos, vayamos haciendo una sociedad donde todos encontremos nuestro lugar.

Padre, que tu Hijo Jesús nos habite y guie.

Padre, a veces, solemos alimentarnos de las satisfacciones que encontramos en los éxitos personales, económicos o sociales; pero tú propuesta es otra: alimentarnos del pan de tu hijo y entre todos ir haciendo verdad tu Reino. Te damos las gracias por tu Hijo, Jesús.

Vicky Irigaray