YVES CONGAR
Al comentar la
represión del Vaticano contra otro compañero,
dominico: el P. Chenu, escribe:
“El P. Chenu ha sido condenado injustamente por
una camarilla de gente mediocre, ignorante y sin
carácter”.
Carta a su madre.
10 de septiembre. 1956
“Lo que me ha hecho quedar mal no son las
falsedades (a sus ojos) que haya podido decir,
sino haber dicho una serie de cosas que a ellos
no les gusta que se digan.
Hay un papa que lo piensa todo, que lo dice
todo, y que obedecerle es lo que constituye a
uno como católico.
El papa actual, sobre todo desde 1950, ha
desarrollado hasta la manía, un régimen
paternalista consistente en que él, y sólo él,
dice al mundo y cada uno lo que hay que pensar y
cómo hay que actuar. Pretende reducir a los
teólogos al papel de comentaristas de sus
discursos.
Los dominicos franceses han sido perseguidos y
reducidos al silencio – a su manera, se trata,
también, de una Iglesia del silencio – porque
ellos eran los únicos que tenían una cierta
libertad de pensamiento, de iniciativa y de
expresión.
……………………..
Me han destruido prácticamente…Se me ha
desprovisto de todo aquello en lo que he creído
y a lo que me he entregado: ecumenismo,
enseñanza, conferencias, actividad con los
sacerdotes, colaboración en Témoignage chrétien,
etc. participación en los grandes congresos
(Intelectuales católicos, etc.)
…………
Y sé que no tiene remedio. Lo conozco. Sé que,
cuando persiguen a alguien, lo hacen hasta la
muerte. Al P. Sertillanges le permitieron volver
a Francia cuando tenía 80 años.
………….
Es algo atroz estar de esta forma como un muerto
viviente. De mis tres exilios este es el más
duro”
En un manuscrito
personal:
“Si un día sucede una desgracia…”, se
inquieta ante la posibilidad de que la curva de
desesperanza le lleva a donde no quiere, el
suicidio.
“No puedo esperar ninguna justicia. Esto es un
sistema. El sistema está dominado por la
“”Suprema Congregación””a la que tienen el
descarote otorgar el calificativo de “”Santo””
oficio”.