SALVO NOÉ: «LA VIDA NO ES LAMENTO, ES EXPRESIÓN DE TU POTENCIALIDAD»
Juan Ignacio CortésEl autor italiano Salvo Noé ha escrito uno de los éxitos editoriales de la temporada, publicado en España por San Pablo. Tanto es así que su ‘Prohibido quejarse’ lleva un prólogo escrito por el mismísimo Papa Francisco. Este mes ha estado en Madrid y nos acercamos a conocer su pensamiento.
PREGUNTA: Noé nos salvó del diluvio. ¿De qué aspira a salvarse o salvarnos Salvo Noé?
RESPUESTA: Quisiera dar unos consejos para salvar la especie. Activar mecanismos para vivir mejor nuestra vida. En mi nombre y apellidos quizá había un destino ya marcado (risas). Yo soy Salvo Noé y me ocupo básicamente de almas. De almas perdidas y de almas en transformación porque soy psicólogo y la psicología viene de psiqué que en griego es el alma. La parte espiritual de la persona. Ayudo a hacer pensar de manera productiva y asesoro a entidades civiles, a familias y a personas en general. De esa manera la experiencia de vida de los demás y la mía se intensifica.
P: Salvo Noé escribió el libro, prologado por Francisco. ‘Prohibido quejarse’ es según usted la ley número uno para la protección de la salud y el bienestar. Es una reclamación un poco radical, ¿no?
R: Es fundamental porque es el único modo de preservar la vida, nuestra vida. Es invertir en nuestras posibilidades, en nuestras cualidades mejores. Es bienestar. Es estar bien. Mi libro nace de una exigencia, la de transmitir un mensaje claro. El mensaje es pasar de la queja a una solución. De la queja a una posibilidad. De esta manera podemos lograr amarnos más y disfrutar de la belleza que nos vive dentro. La línea del libro la he pensado como terapeuta. No sólo está dirigido a ámbitos laborales sino también a la familia, a la escuela y a todas esas instituciones que son importantes en nuestra vida.
P: No sé si calificas su libro como un libro de autoayuda pero, por lo que acaba de decir, tiene una dimensión personal y una dimensión colectiva.
R: Nosotros venimos de un sistema que se llama familia. Nacemos ya en un sistema que es la familia. Solos no podemos hacer nada porque solos no nacemos entonces la dimensión social, la dimensión del grupo es fundamental en nuestro crecimiento. La persona, la pareja, la familia, la sociedad, el ambiente de trabajo, todo lo que puede abarcar nuestra vida. Por esto he querido abrir al máximo la temática.
P: Usted sostiene que la queja es inútil pero, entonces, ¿por qué está tan arraigada en las personas?
R: Porque no nos han educado para desarrollar nuestras competencias, para desarrollar la sonrisa y la alegría, las potencialidades y el talento. Hemos recibido una educación prioritariamente negativa y triste.
P: Si no podemos quejarnos, ¿qué nos queda?
R: La vida. La vida no es lamento, es expresión de tus mejores cualidades, de tu potencialidad. La queja bloquea tu potencialidad y no puedes sacar lo mejor de ti. La actitud es rebajada durante la queja, el tórax se encierra y el corazón se encoge. Eso es muerte, no es vida. La vida es apertura. La vida es encuentro, es posibilidad, es ganas de estar. He querido incluir en el libro el amor a la vida. Hay que amarla y evitar estropeársela para que no se vuelva pesada y difícil. Aunque la dificultad permite desarrollar el músculo, el músculo emocional, lo entrena.
P: Entonces, de la vida como valle de lágrimas, ¿nos olvidamos?
R: Las lágrimas también son importantes. Hay momentos en los cuales también son necesarias y vienen bien, como el momento del luto, el momento de la tristeza. Hay momentos para reír y para llorar, para enfadarse… pero hablamos de momentos, no de una situación que dure siempre. Los momentos difíciles se enfrentan y luego la cosa cambia. Hay momentos para morir y momentos para resucitar.
P: Freud, y disculpe si le cito mal, decía que “la salud mental es ser capaz de amar y de trabajar”. ¿De qué andamos peor en esta sociedad?
R: Tenemos dificultad en ambas cuestiones. En el trabajo porque muchas veces la meritocracia no se aplica. Y vamos mal en el amor porque el amor es libertad y en cambio muchas veces interpretamos el amor como posesión.
P: Ha vendido usted miles de libros en Italia y en España y en casi veinte países. El prólogo del Papa Francisco seguro que tiene algo que ver. No sé si le está pasando alguna comisión…
R: Sí, comisiones del corazón. Gracias al libro nos hemos convertido en amigos y estamos buscando entender cómo ayudar más al prójimo. Le entregué mi libro al Papa porque pienso como él. Cuando escuchaba las homilías sobre las quejas pensaba “pensamos igual”. Yo quería encontrarle, encontrar al santo padre porque vamos en la misma línea, tenemos las mismas ideas. He notado una sinergia, una empatía, muy fuerte. Por eso pensé que podíamos hacer algo. Recomiendo escuchar las palabras del Papa y aplicarlas. No importa que seáis religiosos o no. Dejad de lado el aspecto de la figura religiosa. Sus palabras son útiles para la vida.
P: Otro de sus libros es 36 estrategias del bienestar. ¿Cuál es la principal? ¿Tal vez precisamente dejar atrás la queja?
R: Abandonar la queja claro que subsiste. Son todos métodos para desarrollar la belleza interior, el amor, la autoestima, la motivación. El título retoma un libro muy antiguo, por eso son 36 estrategias.
P: Salvo, ha sido un verdadero placer pero, bueno, para que no se me queje usted, ya le voy dejando.
R: Para evitar que yo pueda ser feliz, quédate.
Publicado por Juan Ignacio Cortés
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