Hermanos y hermanas, en el reino de Dios que él inaugura ya no se necesitan templos, ni ciudad santa, ni sacrificios, porque toda la humanidad es el gran templo de Dios. Oremos.

Jesús, que nos tratemos unos a otros con sagrado respeto

• Padre bueno concede a tu Iglesia el don del discernimiento ante los acontecimientos históricos para que sea el rostro cercano de tu amor a todos los hombres y mujeres de este mundo.

Jesús, que nos tratemos unos a otros con sagrado respeto

• Padre bueno, concédenos a los creyentes el don del asombro, para que no vivamos nuestra fe con costumbre, con rutina, sino que despertemos a nuestra infinita fortuna por tenerte como Padre y Madre.

Jesús, que nos tratemos unos a otros con sagrado respeto

• Padre bueno, concede fuerza, perseverancia y audacia a todos los cristianos que sufren la persecución a causa de su fe; que el testimonio de sus vidas sea fuerza transformadora de la realidad.

Jesús, que nos tratemos unos a otros con sagrado respeto

• Padre bueno, concédenos a todos nosotros el don de interpelar con nuestras vidas, que seamos referentes de los valores del Evangelio, esperanza y sentido en tantos contextos deshumanizados.

Jesús, que nos tratemos unos a otros con sagrado respeto

• Padre bueno, concede tu aliento a los decaídos, tu paz a los atormentados, tu regazo a los tristes, tu esperanza a los que viven sin sentido.

Jesús, que nos tratemos unos a otros con sagrado respeto

Padre bueno, sabemos que solo el trabajo constante y tenaz de los incansables abre un porvenir de vida y salvación; haznos hombres y mujeres que luchan y apuestan por la vida, sobre todo de los más desfavorecidos. Te damos las gracias por tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray