¿POR QUÉ AHORA NOS IMPORTAN LAS RESIDENCIAS DE MAYORES?
David López RoyoQuienes hemos tenido una relación directa con la acción social y, en concreto con la atención a las personas mayores, veníamos reflexionando y pidiendo un trabajo conjunto entre el Tercer Sector y los Partidos Políticos, y no me estoy refiriendo exclusivamente a los que tenían responsabilidad de Gobierno; asimismo entendíamos que había que establecer un diálogo con las Empresas que decidieron trabajar en la atención a las personas mayores a través de los contratos adjudicados por medio de los concursos públicos.
Se han hecho esfuerzos; pero, de verdad, poco se ha conseguido en la planificación de una atención a los mayores desde la perspectiva sociosanitaria.
Ahora, parece que a los políticos les ha entrado una prisa enorme por buscar soluciones creíbles en la atención a la población de personas mayores; pero la pregunta que cabe hacerse es ¿por qué muestran ahora preocupación? Las respuestas pueden ser muy diversas; pero lo que subyace es que existe un interés de marketing electoralista desde el punto de vista político.
Los que conocemos el sector decimos que hay que hacer una reflexión en profundidad sobre el propio Estado del Bienestar, que basa una buena parte de su discurso en la educación y en la sanidad desde una perspectiva de atención universal y gratuita, y en función de la ideología política gestionada por las Administraciones Públicas; pero ¿en dónde queda el área social y el área sociosanitaria? Es obligatorio examinar nuestro Estado del Bienestar con rigor y profundidad analítica para hallar el camino más factible y coherente en lo que hoy está en boca de todos los políticos, la atención sociosanitaria.
El análisis llevará, sin duda, a cuestionar la organización sanitaria de nuestro país y, por tanto, de las Comunidades Autónomas; pero, sinceramente ¿los políticos quieren entrar en este nivel de trabajo? Me da la impresión de que no, porque esto pondría en pie de alarma a todos los sanitarios que trabajan en los sistemas públicos de salud; pero, bueno, es cuestión de tiempo porque llegará el día que no quedará otra solución. No es que los sanitarios de los sistemas públicos vayan a perder su puesto de trabajo; pero sí que tendrán que estar dispuestos a una reasignación laboral, pasando del sistema sanitario a un sistema sociosanitario. Si esto no se aborda, el sistema podrá entrar en un túnel oscuro, en donde la luz no podrá brillar.
En mi tesis doctoral, propuesta de un modelo de atención polivalente sociosantiario, recojo la siguiente reflexión: "Evidentemente el Modelo conlleva una revolución en el sistema que actualmente tenemos implantado en el área de salud. Por esta razón, en el análisis que he hecho sobre los Programas Electorales he recogido aquellos aspectos, que he considerado importantes, del ámbito de la salud con el fin de señalar y resaltar que el espacio de la salud también necesita de una transformación viéndose afectado en mi propuesta organizativa del Modelo de Atención Polivalente Sociosanitario. Concluyo este apartado señalando que la población en España, desde el punto de vista demográfico, ha cambiado. La esperanza de vida es una constatación que nos obliga a dar respuestas coherentes, eficaces y próximas a las demandas que la población realiza desde áreas tan importantes para el mantenimiento del Estado del Bienestar como son: la salud, la dependencia, la inclusión y lo sociosanitario. Todo esto está por encima de otros discursos políticos que responden más a estrategias de Partido que a necesidades sanitarias y sociales del conjunto de la población del Estado Español".
En el capítulo de conclusión de la Tesis se explícita y se detalla en qué consiste el modelo de atención polivalente sociosanitario, traigo aquí algunos párrafos del mismo, por entender que pueden ayudar a los responsables políticos a inaugurar un nuevo camino, contando con las organizaciones que trabajan, no solo en el sector de los mayores sino en el ámbito de la dependencia y de los servicios sociales.
"La solución no puede ser el alejarnos entre los territorios en función de las competencias existentes, es decir entre la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas, las Diputaciones Forales, los Municipios. La respuesta es conjugar un trabajo que tiene que ser conjunto, con una visión estratégica que vele realmente por los intereses de la población para que ésta pueda tener soluciones adecuadas a las necesidades que se le van planteando en el ámbito de la dependencia. Nos falta, en esta área, visión estratégica y de conjunto en donde existan objetivos comunes –compartidos por todos- y, a partir de este momento, diseñar un Plan de Actuación que no esté sujeto a los cambios políticos ni a los intereses de partido.
En esta tesis he resaltado todos aquellos aspectos o puntos que nos pueden unir; es mucho lo que se ha hecho y elaborado legislativamente hasta la fecha; ayudando esta dimensión a ir afianzando soluciones en áreas como la salud, los servicios sociales, la dependencia, y lo sociosanitario; pero es necesario dar un paso más, porque en esta Tesis, en el análisis que he desarrollado sobre los problemas que tenemos, he procurado, también, la búsqueda de propuestas; en concreto el Modelo de Atención Polivalente Sociosanitario.
Potenciar los consorcios sociosanitarios y sociales
Las Administraciones Públicas tienen potenciar los Consorcios sociosanitarios y sociales porque esto nos llevaría a un trabajo conjunto entre los agentes que participan en la atención a la población en las áreas señaladas. En la tesis quedaba recogido de la siguiente manera: "a cada Unidad Operativa de Coordinación de Zona se le asignará el presupuesto correspondiente por parte de la Administración Central y de la Administración Autonómica en función de la realidad que el servicio de Atención Polivalente Sociosanitario deba de cubrir para atender a la población dependiente. Cada Unidad podrá establecer, con el fin de poder delegar la gestión operativa de los recursos, un consorcio entre Administraciones Locales, o/y con una entidad sin ánimo de lucro o/y empresa que cumpla los principios marcados por la economía de mercado con proyección social y que podemos denominar economía social de mercado, o con ambas organizaciones a la vez". Desde mi punto de vista el Municipio tiene que jugar un rol esencial y central en el modelo que propongo en mi tesis doctoral.
Más allá del debate político, consecuencia del coronavirus, desde hace mucho tiempo venimos reclamando un reflexión coherente y sistemática para buscar modelos de acción social que respondan a las necesidades de la población. Me consta que existen organizaciones que están trabajando en propuestas concretas a las Administraciones Públicas, que van en la dirección de crear espacios sociosanitarios que puedan ser modelos de referencia para atender, entre otros colectivos, a las personas mayores. No es fácil para ellos ser escuchados por las Administraciones correspondientes porque en el fondo, lo que subsiste es más el marketing político que la preocupación sincera de buscar caminos de trabajo conjunto entre la parte política, el tercer sector y el tejido empresarial. Vivimos un momento histórico que, además de cuestionar la propia estructura de nuestro sistema sanitario en favor de un sistema sociosanitario, los políticos tienen que hacerse la siguiente pregunta ¿tendrán coraje, para iniciar un cambio de sistema? No tardando mucho, algún Gobierno lo tendrá que hacer, de ahí la necesidad de consensuar el futuro del Bienestar desde el ámbito sociosanitario con todas las fuerzas políticas. Instituciones como LARES podrían aportar mucho sentido común a esta necesidad. Asimismo el tejido empresarial también debería formar parte de esta reflexión a la que se verán obligados los responsables políticos. Más que confrontación es necesaria la colaboración.
David López Royo
Religión Digital