SEAMOS TUS DISCÍPULOS Y DISCÍPULAS
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, la palabra de hoy nos recuerda el peligro que corremos por instalarnos cómodamente en nuestra fe sin que ésta nos afecte demasiado en nuestro día a día. Oremos.
Jesús, que seamos tus discípulos y discípulas
• Padre bueno, que la Iglesia sea la comunidad de los seguidores de tu hijo Jesús: hombres y mujeres que conscientemente intentan hacer posible tu sueño amoroso para nuestra humanidad.
Jesús, que seamos tus discípulos y discípulas
• Padre bueno, que nuestra fe no sea costumbre, mero deseo, una medida de seguridad, algo que hemos heredado de nuestros padres y que apenas incide en nosotros.
Jesús, que seamos tus discípulos y discípulas
• Padre bueno, que, en nuestras comunidades religiosas, parroquiales y de base se busque propiciar el encuentro personal con tu hijo Jesús, encuentro transformador y configurador de una nueva humanidad.
Jesús, que seamos tus discípulos y discípulas
• Padre bueno, despierta y alienta nuestra fe, que seamos hermanos y hermanas, todos responsables de todos y remando siempre tras las huellas de tu hijo Jesús.
Jesús, que seamos tus discípulos y discípulas
• Padre bueno, cuida de nuestros mayores, que de nuevo no se sientan aislados, marginados y abandonados.
Jesús, que seamos tus discípulos y discípulas
Padre bueno todos sabemos que ser creyente es algo más que recitar fórmulas de fe o confesar nuestra simpatía por la concepción cristiana de la vida, concédenos la gracia de ser fieles a la llamada que de ti recibimos día a día. Te damos las gracias por tu hijo Jesús.
Vicky Irigaray