Hermanos y hermanas, también nosotros vivimos con frecuencia, como los discípulos: en la oscuridad, “con las puertas cerradas”, paralizados, con miedo a las autoridades, como a falta de vida. Oremos.

Que seamos semillas de vida en plenitud

• Que la Iglesia sea proclamación y cauce de la vida y la paz que nos ofrece Jesús.

Que seamos semillas de vida en plenitud

• Que nuestras comunidades sean espacios de puertas abiertas, escuelas de encuentro con Alguien vivo, capaz de liberarnos del desencanto y descubrirnos el camino hacia la paz.

Que seamos semillas de vida en plenitud

• Que los creyentes contagiemos armonía de vida con nosotros y nosotras mismas, con los demás, con la naturaleza y con Dios, que contagiemos disfrute de la vida, fraternidad y sororidad, compromiso con la justicia.

Que seamos semillas de vida en plenitud

• Que esta celebración nos comprometa con la misión de ser agentes de vida, de luchar contra todo lo que deshumaniza y mata en el cuerpo y en el corazón.

Que seamos semillas de vida en plenitud

• Que de verdad seamos capaces de reconocer la llamada a la vida en los pobres y olvidados, en los marginados y excluidos de nuestra sociedad del bienestar, en los que sufren…

Que seamos semillas de vida en plenitud

Padre Madre buena, que el encuentro con tu hijo Jesús resucitado nos convoque en unidad a todos los creyentes, que seamos testimonio de lo que hemos visto y oído.

Vicky Irigaray