Hermanos y hermanas, comenzamos este nuevo año con una llamada a vivir despiertos, atentas, vigilantes, escuchando cada día su Palabra, atendiendo a sus invitaciones. Oremos.

Nos comprometemos a vivir despiertos

• Necesitamos una Iglesia despierta, en permanente crecimiento, lejos de los poderosos de este mundo, cerca de los más vulnerables, referente de esperanza y horizonte del Reino.

Nos comprometemos a vivir despiertos

• Necesitamos creyentes comprometidos, que vivan atentos a los signos de los tiempos, que contagien una vida de fe responsable en lo personal y en lo social.

Nos comprometemos a vivir despiertos

• Necesitamos comunidades cristianas que alienten la vida de los barrios de nuestras ciudades, que sean cobijo para quienes lo necesitan, que sean espacios que acojan sin condiciones.

Nos comprometemos a vivir despiertos

• Necesitamos hombres y mujeres que apuesten a vivir atentos a lo de cada día, lejos de lo espectacular, abiertos a lo frágil, vulnerable, excluido de nuestro mundo.

Nos comprometemos a vivir despiertos

• Queremos vivir este tiempo de Adviento con compromiso e ilusión, con lucidez y hondura, haciendo camino hacia el Reino, dispuestos a acoger con novedad al que viene.

Nos comprometemos a vivir despiertos

Padre Madre buena, que la vida de cada uno de nosotros y nosotras se caracterice por ser una vida arraigada en Jesús de Nazaret, comprometida con los más pequeños y semilla de esperanza.

Vicky Irigaray