EN ALGUNAS CONGREGACIONES LOS ABUSOS TODAVÍA SON UN TABÚ
Paola CalderónLa Hna. Rosaura González Casas es la Coordinadora de la Comisión de Cuidado y Protección de niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR).
Organismo que busca ser cauce de compromiso solidario con las causas que en el continente necesitan transformación. Una de tantas es la existencia de diversas formas de abuso en la vida religiosa femenina, una realidad constatada a través de la investigación y una herida al interior de la Iglesia en América Latina y el Caribe que clama por verdad, justicia y reparación; porque conscientes de la vulnerabilidad de las mujeres consagradas y la desigualdad en los modos relacionales entre hombres y mujeres de Iglesia, se hace necesario trabajar por una cultura del cuidado y la protección.
Muestra del compromiso de la CLAR con la problemática es la publicación "Vulnerabilidad, abusos y cuidado en la vida religiosa femenina" un esfuerzo que desde la investigación alerta sobre la existencia del problema con cifras obtenidas a partir de un sondeo efectuado entre 1.417 religiosas de 23 países de América Latina y el Caribe. Los resultados plantean una realidad. No obstante, más allá de las cifras está el análisis de la problemática, los dolores, aprendizajes y perspectivas de quienes fueron abusadas en nombre de Dios.
Una senda por transitar
¿Qué resonancia ha tenido la publicación "Vulnerabilidad, abusos y cuidado en la vida religiosa femenina" en las conferencias de religiosos del continente?
Tenemos poco tiempo de la presentación del libro y la resonancia en los medios ha sido enorme, y en las conferencias de religiosas y religiosos de América Latina también. Lo importante es hacer disponible el libro, porque muchas hermanas no pueden comprarlo en digital, y es importante que en cada conferencia se pueda conseguir el libro y se vea la forma de tenerlo en papel.
Conocen, quedaron muy interesadas, sobre todo las mujeres, algunos varones, religiosos me han dicho que están muy interesados y alguno en particular me ha dicho que le ha parecido muy, muy bueno, y se está difundiendo, estamos en el primer momento de difusión. Los ecos ya han sido muchos.
La Vida religiosa como entorno seguro
Sabemos que el sondeo de opinión no representa por completo la situación de la Vida Religiosa femenina del continente, pero alerta sobre una problemática.
¿Cómo garantizar que la vida religiosa femenina sea un entorno seguro y fomente una cultura del cuidado?
Con el sondeo, lo que pretendíamos era ver cómo están las cosas y abrir una posibilidad para hablar del tema. En algunas congregaciones esto todavía es un tabú, y es muy importante poner en alerta sobre la realidad de esta problemática. Hay varios frentes por los que tendríamos que comenzar para hacer que la Vida Religiosa sea un entorno seguro y fomentar esta cultura del cuidado.
El primer aspecto es el conocimiento personal, un tema fundamental, que implica la afectividad, la emotividad, la sexualidad. Este tema es fundamental tanto para religiosas como para religiosos y sacerdotes. Se dan muchos contenidos teóricos en la formación y se toca poco la realidad, algo que sería una puerta fundamental.
Otra puerta es a nivel institucional, crear conciencia de la vulnerabilidad de nuestras instituciones, de los espacios más vulnerables y formar a las hermanas en este aspecto. Al formar conciencia poner los medios a nivel institucional, hacia dentro de la misma institución y hacia fuera en todos los espacios apostólicos en que se encuentran las religiosas. El tercer punto es crear un estilo relacional comunitario que implica el cuidado de unas con otras. Lo que se denominaba en tiempos pasados vivir la caridad.
Las caras del abuso
¿Qué tipos de abuso son los más frecuentes en la vida religiosa y cuáles son las causas?
Desde la experiencia en acompañamientos y el sondeo, salió como muy evidente que el más frecuente es el abuso de poder, que se da cuando una autoridad legítima usa ese poder que recibe lo usa en beneficio propio en vez de ponerlo al servicio. Si se hace el estudio en los gobiernos civiles, la realidad es que hay mucho abuso de poder en nuestro contexto cultural y poder.
Pero causa escándalo cuando se da dentro de la Iglesia y de la Vida Religiosa, que tiene un valor muy importante que es reflejar la vida de Dios y una autoridad que está en el servicio para descubrir juntos y juntas la voluntad de Dios, lo que implica un proceso de discernimiento.
Una de las causas es el exceso de trabajo que absorbe a las hermanas y que impide que los procesos de discernimiento personales y comunitarios tengan el espacio suficiente para verdaderamente ponerse a la escucha para el discernimiento de la voluntad de Dios. Esa prisa impide una verdadera escucha. Por otra parte, las instituciones están más vulnerables que en otros tiempos porque hay menos personal, hay menos vocaciones, y se requiere que las personas estén al frente de compromisos apostólicos, muchas veces sin que tengan la preparación adecuada y sin el discernimiento adecuado. Ante las urgencias, se manda a la hermana sin hacer un verdadero discernimiento.
Autoridad y hermana que obedece, lo que buscan juntas es descubrir la voluntad de Dios. Porque el punto frágil de esta autoridad dentro de la Vida Religiosa es que está vinculada a lo sagrado, que es el tema de la obediencia, y la obediencia es la búsqueda de la voluntad de Dios.
Otro abuso es el abuso espiritual, que también se da al interno de la Vida Religiosa, sobre todo en el área de la formación, aunque también hay superioras que dirigen espiritualmente a las hermanas. Aquí se da el abuso fuertemente, que puede llegar a ser un abuso espiritual, sexual y de conciencia, también con los sacerdotes. Una de las causas es la confianza ingenua en una seducción al interno de la relación pastoral. El no reconocimiento de la propia vulnerabilidad, tanto de quien dirige como de quien dirigida o dirigido, y por otra parte la falta de límites, llevan a este tipo de abusos.
Desmontar la cultura clerical
¿Cómo lograr que existan relaciones de igual dignidad entre consagradas y sacerdotes, teniendo en cuenta que la investigación los sitúa entre los posibles responsables de abuso?
Que logremos que existan relaciones equitativas, de igual dignidad entre consagradas y sacerdotes, estamos hablando aquí entre mujeres en particular y sacerdotes, es un trabajo que incluye también cultura, la cultura sobre todo, refiriéndonos a América Latina, que vivimos una cultura machista, y se pasa en automático a una cultura clerical, donde el sacerdote tiene que ser servido, su palabra es la única, fuera del espacio de la celebración del sacramento, lo que es un abuso de su autoridad como sacerdote.
Las religiosas son muchas veces las que provocan el enaltecimiento de esta figura del clérigo y propician este ambiente clerical. Esto es un trabajo de largo metraje, que pide desmontar los conceptos y preconceptos culturales que tenemos y que se prolongan dentro de la Iglesia, formando parte de una cultura religiosa, que nada tiene que ver y que tiene que ser evangelizada. Este es un tema fundamental, sobre todo ahora que estamos en este movimiento sinodal, creando esta sinodalidad que realmente pueda impulsar un cambio en la Iglesia.
ReligiosasAcompañar y empoderar para denunciar
Actualmente ¿Cómo se acompaña a las religiosas que han sido víctimas de abuso?
Antes que nada, hay que decir que son pocas las denuncias oficiales de abuso. Apenas estamos rompiendo este tabú para que se hable del tema. Lleva un largo proceso el poder denunciar esto, pues como sabemos, el hecho de haber sido abusada dentro de la Vida Religiosa sea por una autoridad femenina o masculina, en este caso un sacerdote, crea un dolor interior muy grande y se deben de romper muchas barreras internas.
Denunciar a alguien que ha sido consagrado o consagrada y que representa a Dios, y que quizá en nombre de esa representación ha abusado de una persona, requiere superar internamente muchas cosas, la culpa que siempre viven las víctimas, aunque ellas no sean responsables de este abuso. Primero es un largo proceso, segundo cuando hay una denuncia, se trata de dar un acompañamiento psicológico y un acompañamiento legal, dentro del derecho, para llevar adelante la denuncia.
Un marco normativo por construir
¿El Derecho Canónico tiene alguna tipificación especial para el abuso entre consagrados?
El Derecho no tiene ninguna tipificación especial para el abuso entre consagrados. Ahora se ha retomado la responsabilidad para trabajar en ello. Sabemos que el Derecho Canónico se está cambiando, porque no estaba actualizado para responder a las denuncias que salieron en el 2001, 2002, con la denuncia del Boston Globe en Estados Unidos. Lamentablemente, el Derecho Canónico enfatizaba la falta de castidad del sacerdote al cometer un abuso, más que los derechos y la dignidad de una persona. Esto está en elaboración y no hay ninguna tipificación especial para el abuso entre consagrados.
Hablar de tú a tú
¿Cómo mujer qué le dice esta situación?
Como mujer me ha hecho descubrir algo de lo que no me había dado cuenta, que es la vulnerabilidad de las mujeres dentro de la Iglesia. Hasta ahora, los únicos que mandan dentro de la Iglesia son hombres y la mujer se encuentra en una situación de desventaja muy grande tanto de formación como de posibilidad ante un sacerdote. Se tiene que crear una cultura eclesial a todos los niveles, para que podamos hablar de tú a tú. También las relaciones pastorales, la confesión, todo eso crea una situación de dependencia y sumisión dentro de las mujeres en la Iglesia.
Para mí ha sido durísimo descubrir este tema de los abusos y darme cuenta de la vulnerabilidad de la mujer dentro de la Iglesia para este tipo de abusos. Hacia dentro de la Vida Consagrada también se dan estos abusos por falta de formación y por cultura hacia dentro de la propia congregación. Pienso en las fundaciones nuevas, donde se ensalza de una manera tan a despropósito a un fundador, a una autoridad, que se crea un endiosamiento de la autoridad, que no puede errar, y esto favorece, es un caldo de cultivo para el abuso de la autoridad.
En nuestro libro hemos puesto varios artículos importantes que pueden ser de mucha utilidad. El primero que habla del abuso de autoridad, el abuso de conciencia y del abuso de autoridad en relación con lo sagrado y la autoridad, lo que ayuda mucho. También cómo la mediocridad en la vida comunitaria puede favorecer los abusos, el tema de la cultura, el cuidado entre nosotras y como organizar, ahí se presenta todo lo que ha hecho la Conferencia de Religiosos de Brasil, a un nivel amplio la protección de menores.
El sondeo que ayuda a poner los pies en la realidad y los testimonios que son tan diferentes, que dan pistas. El libro puede ayudar como una herramienta pedagógica, de contenido, de intuiciones para el cuidado y la protección en la Vida Consagrada. Decidimos que apareciera este libro porque la madurez de una institución se ve cuando reconoce sus puntos débiles.
Quien más que la Vida Religiosa, nosotras mismas, debemos decirnos a nosotras mismas la verdad para salir adelante. La verdad nos hace libres, la verdad nos ilumina, la verdad nos ayuda a crear lazos que estén fundamentados en la humildad. Esto nos ha parecido muy importante y nos ha empujado con valentía para hacer este libro.
Paola Calderón
Religión Digital