3º DOMINGO TIEMPO ORDINARIO
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, la llamada a la conversión es una invitación a cambiar nuestra vida, a salir de nuestra zona de confort y apostar por vivir atentos y atentas a la vida de cada día junto a los que más nos necesitan. Oremos.
Queremos reorientar nuestro corazón
• Que la Iglesia sea Buena Noticia en las periferias de nuestras ciudades, en los lugares donde no hay libertad, perdón, paz y amor.
Queremos reorientar nuestro corazón
• Que seamos cauce de vida entre los pobres y marginados, entre los que ni cuentan ni producen según los criterios de nuestro mundo.
Queremos reorientar nuestro corazón
• Que todos nosotros y nosotras escuchemos la llamada a reorientar nuestro corazón y vivir de una manera más humana y fraterna.
Queremos reorientar nuestro corazón
• Que nuestra relación con los demás sea siempre en clave de nueva oportunidad, de ofrecimiento de anchura y horizonte.
Queremos reorientar nuestro corazón
• Que busquemos los caminos necesarios para crecer en armonía y unidad, todos y todas, sin dejar a nadie en el camino.
Queremos reorientar nuestro corazón
Padre Madre buena, que acojamos la llamada a la conversión como invitación a vivir hacia fuera, siendo cauces de perdón y acogida con los demás.
Vicky Irigaray