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UNA CREACIÓN SIN "PECADO ORIGINAL"

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Me parece oportuna esta reflexión a propósito del llamado "pecado original", como ejemplo paradigmático en el que hemos atribuido a Dios los sentimientos más negativos de los humanos, como el castigo desmesurado, el victimismo por la ofensa recibida y la sed de venganza. Con ello, no sólo se deformó radicalmente el rostro de Dios, sino que se introdujo una culpabilidad que angustió la vida de muchísimas personas.

 

Tal como tradicionalmente se ha enseñado, la doctrina del "pecado original" ha provocado mucho sufrimiento inútil e inhumano: la culpabilidad y angustia que ha generado a lo largo de la historia ha impregnado todo nuestro inconsciente.

A mi modo de ver, esa creencia, junto con la imagen de un Dios "varón" y la del hombre como "señor" de la creación ("dominad la tierra": Gen 1,28), constituyen elementos de las religiones teístas que se han revelado más perjudiciales.

Tal como se transmitió en la predicación y en la teología –y, en muchos casos, se sigue transmitiendo-, el pecado original habría sido un acontecimiento histórico, producido porque Adán y Eva desobedecieron un mandato de Yhwh. Aquella desobediencia no sólo fue castigada con la expulsión del paraíso y la pérdida de la inocencia y de los bienes "preternaturales", sino que "contaminó" a todos sus descendientes, quienes nacían portadores de aquel pecado original y pagando sus consecuencias.

Sin embargo, desde lo que hoy ya podemos ver, hay tres actores que hacen absolutamente imposible una lectura literal de ese relato del Génesis: la imagen de Dios que supone y transmite, la imposible existencia de Adán y Eva como seres "históricos" concretos y lo que la ciencia nos dice sobre el proceso mismo de la evolución. Veámoslo más despacio.

Si hubiéramos tenido un mínimo de sensibilidad espiritual, nunca habríamos atribuido a Dios semejante "castigo". ¿Quién es ese "dios" vengativo y rencoroso que se ofende y castiga de ese modo al ser desobedecido en un hecho puntual? ¿No era un ídolo nacido de lo peor de la mente humana?

Si fuéramos coherentes con lo que hoy sabemos a partir de la ciencia, no seguiríamos afirmando la existencia de Adán y Eva como seres históricos, sino como imagen de lo que somos todos.

¿Cuándo el primate dejó de ser tal y se convirtió en ser humano? Del mismo modo que no hay "un día" en que dejamos de ser niños y empezamos a ser adultos, tampoco pudo existir un individuo histórico concreto que fuera el "primer" hombre, por el hecho simple de que lo que llamamos "humanidad" surgió a lo largo de un proceso evolutivo.

¿A quién atribuir, entonces, semejante responsabilidad? "Adán" (= hecho de tierra) y "Eva" (= vitalidad) somos todos los humanos, que nos debatimos en este mundo.

La ciencia nos dice también que no provenimos de ningún Paraíso perfecto, sino, en todo caso, del "paraíso animal". Es decir, la evolución no es "descendente", sino "ascendente": ha venido de lo "menos" a lo "más". ¿Qué ha sido, entonces, lo que hemos "perdido"? Una sola cosa: la "inconsciencia" de nuestros antepasados primates. Lo que se produjo, en realidad, no fue ninguna "caída", sino un "ascenso" notable en la carrera evolutiva.

¿Cómo se explica que antiguamente hicieran la lectura que nos ha llegado en los textos sagrados? Digamos de entrada que el relato del "pecado original" es un mito, con el que trataron de dar respuesta al problema del mal en el mundo.

Hoy sabemos que mito no es sinónimo de mentira, sino un intento –propio de aquel estadio de conciencia prerracional- de dar respuesta a sus interrogantes. En ese sentido, todo mito puede tener una lectura ajustada en cualquier periodo histórico, siempre que lo despojemos de su pretensión de ser un hecho "histórico" y, por tanto, abandonemos la lectura literalista del mismo.

El proceso de hominización empezó con la autoconciencia. Pero autoconciencia es, inevitablemente, soledad, angustia, miedo..., en cuanto toma de conciencia de la propia separación y de la muerte.

¿Cómo no habrían de "leer" su condición en clave de culpa, es decir, como consecuencia de algún "pecado original"? De un modo más simple: el paso de la "animalidad" a la "humanidad" no lo vieron como "ascenso", sino como "caída", y caída culpable, a la que atribuyeron el origen de todos sus males: desde el sudor para ganar el sustento hasta el parto con dolor en la mujer.

Lo que ocurrió, mucho más tarde, en la tradición cristiana, es que se había vinculado tan íntimamente el pecado original con la "redención" de Cristo, que parecía que no se podía cuestionar aquél, sin que ésta se viniera abajo.

Hoy, sin embargo, empezamos a ser conscientes de que tampoco es necesario entender la salvación en aquella clave "reparadora", "expiatoria" ni "sacrificial". Jesús no viene a lavar una "culpa ancestral" para que la venganza de Dios quede satisfecha; en él reconocemos más bien el Misterio de Lo Que Es y, simultáneamente –ésa es la salvación- el descubrimiento de lo que somos.

 

Enrique Martínez Lozano


Nota. Se puede ver el desarrollo de estas ideas en E.MARTÍNEZ LOZANO, ¿Qué Dios y qué salvación? Claves para entender el cambio religioso, Desclée de Brouwer.

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