Hermanos y hermanas, hoy la Palabra nos invita a darnos cuenta del desde dónde de nuestro día a día. Lo que importa no son las apariencias sino la actitud interior. Oremos.

Que nuestra vida sea referente de fe y esperanza

• Necesitamos una Iglesia que, mediante su ejemplo, nos invite siempre a desinstalarnos, a abandonar nuestras zonas de confort y a acercarnos a las periferias de nuestro mundo.

Que nuestra vida sea referente de fe y esperanza

• Necesitamos creyentes que sean referentes de vida comprometida al estilo de Jesús de Nazaret, que contagien ilusión, esperanza, alegría y amor con su vida de cada día.

Que nuestra vida sea referente de fe y esperanza

• Necesitamos hombres y mujeres animados por la fe en Jesús de Nazaret, que se dejen reconfigurar su existencia, que sean Buena Noticia, Evangelio vivo en medio de este mundo.

Que nuestra vida sea referente de fe y esperanza

• Necesitamos despertar de nuestros letargos, recuperar la vida animada por el Espíritu del Nazareno, ofrecer compasión, perdón, misericordia, gratuidad, justicia y vida abundante.

Que nuestra vida sea referente de fe y esperanza

• Necesitamos Gobernantes justos y compasivos, que realicen sus tareas con entrañas de misericordia, que busquen hacer posible el Reino hoy, aquí y ahora.

Que nuestra vida sea referente de fe y esperanza

Padre Madre buena, que nos demos cuenta que la verdadera Eucaristía la celebramos con los pobres, entregando nuestra vida sirviendo, siendo Buena Noticia en lo de cada día.

Vicky Irigaray