GONZALO HAYA, AMIGO BUENO, GRACIAS POR TANTO – INMA CALVO
Inma CalvoEscribo esta pequeña semblanza, rápido, a vuela pluma, porque mi amigo Gonzalo se lo merece. Nos ha dado tanto y quiero compartirlo con los lectores de esta comunidad que somos.
Como muchos sabéis, mi padre, Rafael Calvo, fue el promotor de esta web de feadulta, que sale adelante desde entonces con el trabajo callado de varios voluntarios incondicionales. Al cabo de unos años de su creación, los caminos de mi padre y Gonzalo se cruzaron. Tenían mucho en común. Habían nacido ambos en Sevilla, habían estudiado en el noviciado de los Jesuitas en la provincia de Cádiz y ambos estaban felizmente casados. Compartían también una misma visión crítica del devenir de la Iglesia y de su alejamiento del mensaje original de Jesús. Ambos estaban convencidos de que los laicos debían tomar las riendas y liderar caminos y propuestas nuevas.
De ahí surgió una bonita amistad alrededor de una idea: poner en marcha una Escuela de teología y humanidades bajo el paraguas de feadulta.com. Fueron muchas las horas al teléfono, las reuniones y cientos de emails intercambiados en los que elaboraron un temario de estudio y al proyecto le llamaron EFFA, Escuela de Formación en Fe Adulta.
Una vez creada esa hoja de ruta, justo cuando habíamos grabado ya las 5 primeras clases y habíamos estrenado la Escuela, a los tres días falleció mi padre de forma repentina. Yo cogí el testigo de mi padre, y nos quedamos Gonzalo y yo sacando la Escuela adelante. Tutorías, exámenes, conferencias, libros, artículos y la organización de las cinco Jornadas EFFA. Para todo siempre estaba Gonzalo, con su sonrisa sencilla y serena, con sus ganas de trabajar y arrimar el hombro y su ilusión por aportar y cambiar el mundo. Hoy, 9 años después, las cifras alcanzadas por la EFFA son una realidad que nunca hubiéramos imaginado. Una media de mil trescientas visualizaciones al día y miles de alumnos inscritos.
Es ley de vida, pero te echaremos mucho de menos. No podíamos retenerte más aquí. Demasiado tirar del cuerpo en los últimos meses. Ya has cruzado el umbral del misterio, por el que tanto te interrogaste y ya descansas en la paz y cerca de nosotros. Nos quedamos con tu amable recuerdo y tus valiosos escritos.
Gracias Gonzalo, gracias por tanto.
Inma Calvo