Hermanos y hermanas, María es una mujer de fe profunda, que escucha a Dios en los acontecimientos de cada día, que vive la certeza de que Dios siempre quiere lo mejor para cada persona. Oremos.

María, queremos ser cauces de vida

• María nos enseña a descubrir a Dios en lo cotidiano, en los pequeños, en los que no encuentran posada y buscan ser envueltos en caricias de acogida y respeto.

María, queremos ser cauces de vida

• María nos invita a visitar a nuestras madres, a reconocer su entrega de cada día, a no escatimar en agradecimientos, abrazos y cuidados.

María, queremos ser cauces de vida

• María, nos enseña a no buscar a Dios en lo maravilloso y milagrero, sino en lo cotidiano, en el simple nacer de cada ser humano; un Dios presente en lo más simple o sencillo de cada día.

María, queremos ser cauces de vida

• María, nos desvela cómo ser sacramento de la presencia de Dios en nuestra tierra: diciendo SI, acogiendo, confiando, alentando nuestro frágil seguimiento.

María, queremos ser cauces de vida

• María, nos revela cómo avanzar en el camino hacía el Dios de nuestra esperanza que se encarna y hace presente en nuestro mundo y en nuestra historia,

María, queremos ser cauces de vida

Madre Buena, con tu vida nos recuerdas que no puede haber Navidad, ni buena noticia, ni año nuevo si no somos capaces de descubrir en los rostros sufrientes de los hermanos y hermanas, los rasgos del pequeño Jesús.

Vicky Irigaray